La Guardia Civil y la Policía de Fronteras francesa han detenido en el marco de la Operación “Trolley” a 2 personas de nacionalidad marroquí en Gipuzkoa y Navarra. Paralelamente, a través de una Orden Europea de Investigación, se ha logrado poner a disposición de la justicia francesa a un tercer individuo implicado en la trama delictiva. Con ello ha desarticulado una organización criminal que habría logrado realizar durante los últimos cuatro meses unos 40 traslados hasta Francia, transportando en cada uno de ellos grupos de entre 3 y 4 personas.
Fuentes de la Guardia Civil explican que en un registro domiciliario en la localidad de Bera (Navarra) fueron incautados un total de 2 teléfonos móviles, 2 ordenadores portátiles y 1 navegador GPS, cuyo contenido será analizado por las Unidades investigadoras.
El “modus operandi” de la organización consistía en captar a migrantes que tuvieran la intención de cruzar la frontera gala, los cuales habían llegado a la península a través de embarcaciones, procedentes de las zonas norte y occidental de África para posteriormente introducirlos clandestinamente en Francia.
La red criminal investigada presentaría una clara distribución jerárquica de funciones, en la que el líder ostentaría la posición de mayor responsabilidad, ejerciendo de enlace o punto de contacto entre los miembros de la organización y los migrantes interesados en cruzar a territorio francés. Así pues, bajo su propio criterio, fijaba las condiciones de los traslados y los precios de los mismos.
Una vez que el migrante había acordado con la organización el precio para cruzar a Francia (fundamentalmente a las localidades de Hendaya, Bayona y Burdeos), el líder impartía instrucciones concretas al resto de integrantes de la organización con el fin de que estos participasen activamente en la ejecución del traslado transfronterizo.
Asimismo se ha detectado que los detenidos adoptaban fuertes medidas de seguridad orientadas a dificultar la labor policial. En este sentido destaca uso de vehículos lanzadera (funciones de vigilancia), para alertar de controles policiales y controlar la seguridad de las rutas utilizadas para el traslado de los migrantes. Por otra parte se hacía uso de rutas cuyos puntos fronterizos estuviesen menos vigilados que otros, para tener mayor probabilidad de éxito.
Como curiosidad la red criminal investigada había establecido en una zona próxima a la frontera francesa un “vehículo-vivienda” destinado específicamente para la ocultación o encubrimiento de los migrantes en los momentos previos al inicio de los pases.
Las diligencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 5ª de Pamplona. Las investigaciones se desarrollaron con la coordinación del Área Especializada de Extranjería de la Fiscalía Provincial de Navarra.
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