La Asociación Vecinal de la Parte Vieja ha emitido un comunicado en que muestra su malestar por la situación de ruido que soportan quienes viven cerca de un local de ocio situado en la calle Mari de San Sebastián. «El Ayuntamiento tiene la obligación de actuar de forma activa dentro de sus competencias medioambientales pero no lo está haciendo. No está tomando medidas (o las toma con lentitud) para asegurar el derecho al descanso de los vecinos y para impedir que se continúe incumpliendo la legislación sobre el ruido», denuncia Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea.
Sin embargo la misma asociación explica que tras las llamadas correspondientes a la Guardia municipal fueron levantadas ocho actas y sí se actuó, aunque no haya mejorado la situación.
Concretamente hubo «un requerimiento de medidas correctoras (rápidamente resuelto por el establecimiento con la presentación de un informe de evaluación acústica); una sanción por falta grave de 600 euros notificada el 14 de diciembre; una propuesta de sanción por falta grave de 3.000 euros (fechada el 21 de abril) que la concejala no firmó hasta julio, y un requerimiento para que el establecimiento volcara los datos del equipo de música».
Respecto a este último punto Parte Zaharrean Bizi denuncia que la fecha tope de entrega acabó el 16 de junio sin que el responsable del establecimiento cumpliera con su obligación y que el Ayuntamiento avisó de que iba a retirar los equipos de música, pero no lo ha hecho.
«Un sinvivir»
La asociación vecinal indica que el cambio de la gestión del local, en julio del año pasado, «significó para quienes viven en el inmueble y en los alrededores un sinvivir por la música que oyen en sus casas cuando el establecimiento está abierto, y un sinvivir cuando el local cierra y los clientes salen a la calle».
«Hacia las doce el bar empieza fuerte con la música, puertas abiertas y ruidos. Hacia las tres y pico más música, vibraciones, bajos y golpes de música que entran por dentro del edificio. Antes del cierre, el D.J. de turno deleita con una media hora de música a todo volumen, con golpes y subidas bestiales de música seguidos o intercalados con puertas que se abren o que están abiertas, con salida de clientela sin ninguna prisa por irse a casa“.
«Hacia las siete parece que ya queda muy poca gente en la calle, no hay peleas ni gritos, por fin parece que vamos a poder dormir un poquito», rematan los vecinos en el comunicado.
La respuesta
Los gestores del bar Etxekalte de Donostia han respondido a la noticia dada el sábado por DonostiTik en que se hacía eco de las denuncias vecinales por el ruido de un local de la calle Mari dadas a conocer en un comunicado de Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea.
Los gestores de Etxekalte han respondido de la siguiente forma. «En cuanto a la noticia sobre el bar de la calle Mari y dándose el bar Etxekalte por aludido: el establecimiento dispone de limitadores instalados por el Ayuntamiento, por lo que es imposible que el DJ haga subidas de volumen, ya que los limitadores no lo permiten. El establecimiento dispone de doble puerta para impedir salir al ruido. Y en cuanto al sonido de la gente en la calle, eso no es nada que competa al establecimiento ya que hay mucho movimiento de paso de gente al ser una calle muy céntrica y se acumula mucha gente cómo es propio de la Parte Vieja».
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