(EFE). La Audiencia de Huesca ha absuelto a los cuatro jóvenes, dos de Zaragoza y dos de San Sebastián, juzgados esta semana por allanar un chalé en la localidad pirenaica de Castiello de Jaca al que accedieron en diversas ocasiones en las vacaciones de Semana Santa de 2022 junto a otros jóvenes para celebrar botellones.
El allanamiento, por el que el fiscal solicitaba condenas de 1 año y 6 meses de prisión para cada uno, se produjo a mediados de abril de 2022 junto a cuatro menores, tres de ellos guipuzcoanos.
Estos menores ya fueron juzgados y condenados como responsables de provocar un incendio en el interior del inmueble que causó la destrucción total del chalé, por lo que sus padres deben afrontar una indemnización de más de medio millón de euros al propietario del mismo.
En este caso, la acusación por allanamiento se dirigía únicamente los mayores de edad en el momento de los hechos, ya que no se les responsabiliza del incendio que causaron posteriormente los menores.
La presidenta del tribunal ha dictado la absolución de los cuatro jóvenes tras dictaminar los miembros del jurado, por una mayoría ajustada de 5 sobre 4, que eran inocentes porque desconocían que el inmueble había sido violentado previamente por los menores ya juzgados.
Estos jóvenes relataron durante la vista que no conocían a la mayor parte del grupo que asistía a los botellones, solo a un menor residente en la población de Castiello que les invitó a hacer un botellón en el chalé debido al frío que hacía en la zona arbolada donde quedaban por la noche.
Explicaron que las noches que accedieron al chalé solía haber más de diez jóvenes en su interior bebiendo alcohol en el salón del inmueble.
Han insistido en que eran encuentros en los que conocían a la mayor parte de los participantes, a excepción del menor residente en la Castiello, que creó un grupo de whatsapp del que formaban parte dos de los encausados.
Coincidieron en sus manifestaciones al afirmar que no se apercibieron en ningún momento de que las puertas del chalé estuvieran forzadas, ni llegaron a sospechar que el inmueble fuera propiedad de una tercera persona ajena a alguno de los participantes en el botellón.
Siguiendo este relato, el jurado entiende que los días 14 y 15 de abril de 2022 accedieron al interior del chalé sin conocimiento del dueño y sin preocuparse de quién pudiera serlo en la creencia de que era el organizador de los encuentros, y que las pruebas no permitieron acreditar durante la vista que fueran conscientes de no tener permiso.
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