Los incidentes de ayer en la Parte Vieja, coincidentes con el final de un Día de San Sebastián muy atípico, colean hoy y prometen hacerlo varios días. En principio no son los únicos altercados que ha habido este mes en Donostia en el marco de las restricciones de la pandemia. Esto lleva a separar la celebración con sordina que se llevó a cabo en el resto de la ciudad, donde no se registraron incidentes, de unos sucesos ya recurrentes en la Parte Vieja.
Tal y como ha explicado la Ertzaintza esta mañana han pasado a disposición judicial las cuatro personas detenidas (hombres de entre 18 y 31 años). Ocho agentes y dos peatones también resultaron heridos y se ha abierto una investigación para tratar de identificar a los participantes restantes en el incidente.
Según el cuerpo de seguridad, que a parecer llegó tras la llamada de la Guardia Municipal, los presentes les arrojaron objetos. «Las personas reunidas en el lugar designado se dispersaron por las calles cercanas, causando daños en los establecimientos de hostelería y mobiliario público, y, entre otras cosas, prendiendo fuego a algunos contenedores».
Los cuatro detenidos han sido acusados del delito de desorden público y uno de ellos también de agresión a agentes del orden.
Siempre según el Departamento de Seguridad resultaron heridas dos personas ajenas al incidente y una estaría ingresada en el Hospital Donostia. Sin embargo desde EH Bildu apuntan a que son dos los pacientes ingresados tras los enfrentamientos de ayer.
Concretamente la portavoz Reyes Carrere ha asegurado esta mañana que hay «dos personas con la mandíbula rota por disparo de pelota de goma», ha denunciado que la intervención policial fue «sobredimensionada e injustificada», y ha sacado a relucir «las consecuencias» que tuvo el caso Cabacas. También se ha referido también a «una presencia policial injustificada e injustificable» en la Parte Vieja donostiarra «desde hace semanas».
En algo coincide plenamente EH Bildu con el sindicato ErNE de la Guardia Municipal de San Sebastián, que ha señalado que celebrar la arriada simbólica de la bandera fue «un error» del que ambos responsabilizan al alcalde ya que, a en su opinión, fue un «llamamiento indirecto» a la aglomeración.
Por su parte fuentes de la Alcaldía consideran «triste y lamentable» lo ocurrido ayer por la situación de riesgo sanitario que se generó y también porque desembocó en un problema de seguridad y orden.
En este mismo contexto las agrupaciones juveniles de la Parte Vieja tienen desde hace días una convocatoria prevista el sábado 23 en protesta por las detenciones que se han producido durante las últimas semanas en el barrio durante altercados muy similares al de ayer.
Según ellos se ha producido una «criminalización» de la juventud que desemboca en situaciones como como ésta y denuncian el lanzamiento de pelotas de goma por parte del cuerpo de seguridad.
Por su parte el vicepresidente primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha condenado enérgicamente la «ruptura de convivencia y destrucción» provocada ayer. Según él, el «hostigamiento, persecución y agresión» de ayer contra la Guardia Municipal y la Ertzaintza es «absolutamente inadmisible». Y ha asegurado que «la acción de la Ertzaintza se realizó con pelotas de espuma y en auxilio de la Guardia Municipal que fue hostigada en ese momento».
Erkoreka ha añadido que es «totalmente incomprensible» que en una sociedad avanzada, desarrollada y madura como es el País Vasco sigan existiendo colectivos extremadamente reticentes a cumplir las normas de salud pública y que pongan en peligro la salud de todos”.
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