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¿Cuándo y por qué debo cambiar los amortiguadores de mi coche?

Para evitar accidentes es importante llevar estos elementos en buen estado

Los amortiguadores son piezas que se encuentran entre el chasis del vehículo y las ruedas y realizan varias funciones que tienen que ver con la seguridad y la comodidad al circular. A veces se piensa que los amortiguadores están relacionados únicamente con una cuestión de confort, pero la realidad es que son piezas fundamentales para la estabilidad del vehículo, ya que permiten que las ruedas se adapten a las irregularidades del terreno y no pierdan contacto con el suelo, además controlan los movimientos de la carrocería. De hecho junto con los neumáticos y los frenos conforman el denominado «triángulo de seguridad«.

Tipos de amortiguadores

Existen dos tipos de amortiguadores, los de presión de aceite y los de presión de gas. Los primeros, también llamados hidráulicos, están formados por dos cámaras, una de gas y otra de aire, que al moverse realizan un intercambio a través de una válvula reguladora. Estos amortiguadores son menos rígidos y absorben mejor los impactos.

Los de presión de gas son más modernos y tienen mejor agarre, utilizan nitrógeno en lugar de aceite y esto hace que el intercambio de fluidos y por consiguiente la reacción sean más rápidos. Son más apropiados para vehículos que circulan habitualmente por caminos irregulares y  además son más duraderos.

¿Cómo saber cuándo cambiar los amortiguadores?

Según recambioscoche.es los amortiguadores no tienen una duración fija y hay que revisarlos periódicamente cada 20.000 kilómetros. Los fabricantes indican que el pleno rendimiento se mantiene hasta los 30.000 o 40.000 kilómetros de uso, aunque pueden durar más ya que su desgaste está sujeto a muchos factores.  Los síntomas más habituales de deterioro son:

  • Inestabilidad al tomar las curvas
  • Aumentan el tiempo y la distancia de frenado
  • Vibración en el volante
  • Al acelerar se hunde en exceso el eje trasero o el delantero al frenar
  • Mayor consumo de combustible
  • Desgaste irregular o anormal en los neumáticos
  • Chirridos al pasar un desnivel
  • El vehículo se vuelve más sensible al viento lateral
  • Fugas de aceite

¿Cuáles son los peligros de circular con amortiguadores desgastados?

  • Inestabilidad general del vehículo
  • Pérdida de efectividad de los sistemas de ABS o ESP
  • Provoca mayor cansancio al conductor

¿Puedo cambiar un solo amortiguador?

Cuando se reemplazan amortiguadores de coche deben cambiarse al menos por parejas, es decir, los dos del mismo eje, porque la diferencia de rendimiento entre el nuevo y el viejo puede provocar inestabilidad en la conducción y aumentar los riesgos de tener un accidente.

En cualquier caso lo más recomendable es cambiar los cuatro a la vez o si se hace por ejes que sea en un espacio corto de tiempo. Por otra parte el cambio de amortiguadores puede conllevar también el reemplazo de otras piezas como los guardapolvos, que protegen los ejes del agua y el polvo, o rodamientos que actúan con la dirección.

Para ello deberemos acudir a un profesional, ya que la complejidad y los riesgos de la operación son altos, los muelles de suspensión deben comprimirse con una herramienta especializada y además al estar fuertemente tensados podrían saltar y ocasionar graves lesiones a quien los está manipulando.

 


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