Denuncia Eguzki que un nuevo enemigo está amenazando a aves y fauna marina y tiene «un gran potencial para destruir la naturaleza. No solo porque una mascarilla higiénica tarda entre 300 y 400 años en degradarse, sino porque puede ser una trampa mortal».
En la imagen se ve una gaviota reidora muerta debido al estrangulamiento que le ha producido una mascarilla. La foto está sacada en Pasaia por Iñaki Zugadi y Joseba Alberdi.
Y es que muchas mascarillas… terminan en el mar.
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