¿Las mejores croquetas son las de la madre de uno?, ¿o las de la abuela?, pues depende. Ésa parecía una verdad incuestionable (y difícilmente demostrable) hasta que Croqueta y Presumida abrió su primer local en la calle Matia del Antiguo y en las colas que empezaron a formarse frente al mostrador aparecieron amonas encantadas de quitarse trabajo de encima y poder elegir unas de gulas al ajillo, otras de txuleta y “ponme también las de bacalao que las clásicas siempre gustan”. Ir al blog
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