La residencia San José de Ordizia está operativa desde hoy para atender a los primeros pacientes que sean derivados de las residencias de mayores de Gipuzkoa, positivos y asintomáticos de Covid-19. La reapertura del centro ha sido denunciada por el sindicato ELA ante Osalan e Inspección de Trabajo, ya que afirma que ni Kabia ni Eulen han presentado los planes de contingencia correspondientes a las trabajadoras.
Siguiendo con la apuesta de dejar las residencias libres de Covid-19, a las 56 plazas que alberga el centro de referencia de Eibar se le suman ahora otras 58 en la residencia San José de Ordizia, de titularidad pública e integrada en el organismo foral Kabia. Por lo tanto el centro San José se destinará, de manera temporal, a la atención de estos contagios asintomáticos, de poca carga viral, y que no requieran de una atención sociosanitaria. “De esa manera aminoramos la posibilidad de contagio dentro de los centros y permitimos que los residentes realicen las salidas y reciban visitas”, subrayó la diputada Maite Peña.
El centro de Ordizia fue clausurado a comienzos de junio con el fin de realizar trabajos de remodelación para adecuar sus instalaciones a las nuevas necesidades. Según Peña el personal sí ha recibido la formación necesaria.
La reforma acometida en el centro de Ordizia cuenta con la instalación de un nuevo ascensor, la adecuación de los vestuarios, un incremento en el número de habitaciones individuales, así como la instalación de un sistema de oxígeno, con una inversión aproximada de 400.000 euros. “De esa manera, hemos adaptado y preparado el espacio para hacer frente a la COVID-19, y para que así el centro cumpla todas las medidas previstas en su plan de contingencia”, ha puntualizado Maite Peña.
Críticas del sindicato ELA
ELA recuerda que durante los primeros meses de la pandemia, en la residencia San José de Ordizia 54 de los 68 usuarios dieron positivo, 25 de ellos fallecieron y además otros 9 murieron sin haber confirmado que fuera Covid-19 pero con síntomas de la enfermedad. «Por otro lado 22 trabajadoras fueron contagiadas, de las cuales 7 tuvieron que ser ingresadas en el hospital». La residencia se cerró el 19 de junio.
Según la narración de ELA el 16 de septiembre se informó a las trabajadoras que la residencia se abriría la siguiente semana. «Ante la falta de garantías para realizar esta reapertura» ELA denunció lo que considera un paso adelante en el objetivo de privatizar la residencia, que Ordizia y los pueblos de alrededor se queden sin servicio residencial. Y también que «las trabajadoras apenas recibieron formación».
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