(EFE). El cabecilla de una banda de ciudadanos europeos dedicada a robos en domicilios de las localidades guipuzcoanas de Lasarte-Oria, Beasain, Tolosa, Berastegi y Villabona ha reconocido este lunes los hechos y se ha conformado con una de cuatro años de cárcel y 2.400 euros de multa.
Durante el juicio por estos hechos celebrado este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa el inculpado ha reconocido lo sucedido y, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, ha admitido ser condenado como autor de un delito de robo continuado en casa habitada, así como de un delito de atentado contra agentes de la autoridad, y de dos delitos leves de lesiones.
Previamente, el inculpado había abonado distintas cantidades en concepto de responsabilidad civil por distintos daños y perjuicios causados en los robos, así como por las lesiones ocasionadas a dos ertzainas que intervinieron en su detención.
Atenuante de reparación del daño
De esta manera, la representante del Ministerio Público ha accedido a aplicarle la atenuante muy cualificada de reparación del daño causado, tras lo que el tribunal ha accedido a suspenderle la pena de prisión con la condición de que no vuelva a delinquir en los dos próximos años.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, la banda (integrada también por un segundo hombre y otras dos mujeres cuyas causas judiciales están separadas de este proceso) actuaba «de manera organizada» puestos «de común acuerdo» y «desplazándose por la provincia de Gipuzkoa» a bordo de un Volkswagen Golf y de un Peugeot 206.
El ahora condenado y líder del grupo era el encargado de «entrar y apoderarse de los objetos de valor que encontrase» en los domicilios, mientras que las dos mujeres «se quedaban en los rellanos y en las escaleras de las viviendas violentadas, a fin de distraer y vigilar a las personas» que eventualmente pudieran presentarse en los inmuebles.
Seguimiento en coche
Por su parte, el otro hombre aguardaba «en el vehículo utilizado en cada momento, esperando a los otros tres acusados», mientras estos se encontraban en los inmuebles seleccionados.
Los acusados fueron detenidos el 5 de diciembre de 2017 por agentes de la Ertzaintza que les sometieron a un seguimiento en coche desde el hotel de Deba en el que se alojaban hasta la localidad de Lasarte-Oria.
Durante la operación policial, los agentes observaron a los inculpados acceder a dos portales de los que poco después salieron corriendo para regresar a su vehículo.
Brusca maniobra evasiva
Transcurrido un tiempo, los ertzainas recibieron la comunicación de que se había perpetrado un robo en esta población por lo que decidieron interceptar el coche sospechoso y pidieron a los acusados que descendieran del automóvil, si bien el líder del grupo, que conducía el vehículo en esos momentos, «hizo caso omiso de las indicaciones» y realizó «una brusca maniobra evasiva marcha atrás».
De esta manera, colisionó «deliberadamente» contra el coche que los agentes habían situado detrás de los fugitivos para «impedir su huida», y ocasionó distintas lesiones a los ertzainas que tuvieron que causar baja laboral.
Efectivo y joyas
Tras la detención, se pudo constatar la presunta participación de los inculpados en distintos robos perpetrados entre el 2 de noviembre y el día de su arresto en seis viviendas de las citadas localidades, de las que habrían sustraído distintas cantidades en efectivo, así como joyas y otros artículos, parte de los cuales fueron recuperados durante el examen de la habitación del hostal de Deba en el que se alojaban los procesados.
En el registro de sus coches, los policías se incautaron además de diversas herramientas destinadas al robo, 439 euros, 26 dólares, y diversas monedas de pequeño valor de diferentes países, como liras y pesetas, entre otras.
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