(EFE). La principal acusada de estafar más de 86.000 euros a un vecino de Irun y a varios de sus familiares, haciéndose pasar por una madre necesitada en riesgo de entrar en prisión ha reconocido este lunes los hechos y se ha conformado con una pena de un año de cárcel y una multa de 540 euros. Asimismo, la procesada, para la que inicialmente se solicitaban cinco años de prisión, deberá compensar a sus víctimas con los 86.000 euros estafados.
Según han informado a EFE fuentes del caso, la Fiscalía de Gipuzkoa ha retirado además la acusación que ejercía contra los otros seis acusados, cuatro mujeres y dos hombres que han sido absueltos.
Los hechos ocurrieron entre mayo de 2014, cuando la mujer «entabló una relación de amistad» con la víctima, y diciembre de ese mismo año.
En esos meses la supuesta amiga se sirvió de diferentes «artimañas» para lograr que el perjudicado le fuese entregando distintas sumas de dinero hasta en una treintena de ocasiones, por un montante de 70.622 euros.
La madre y dos hermanas de la víctima, así como un amigo, también entregaron dinero a la presunta estafadora, hasta un total de 15.475 euros.
Todos pensaban que estaban ayudando a la joven a esquivar la cárcel o a no perder la custodia de su hija en unos casos, y a conseguir trabajo o a hacerse con la propiedad de un piso en Logroño, en otros.
La acusada hizo creer al hombre estafado que vivía en una situación de «extrema necesidad» y que tenía multas pendientes con la justicia que no podía pagar porque las ayudas públicas que estaba tramitando se retrasaban.
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