(EFE). Varios cientos de personas se concentraron ayer en Irun para mostrar su pesar por la muerte del migrante fallecido el domingo cuando trataba de cruzar a nado el Bidasoa para llegar a Francia y para reclamar políticas migratorias que acaben con tragedias como ésta.
Los concentrados se reunieron en la Plaza de San Juan, muchos de ellos tras una pancarta de la Red Ciudadana de Irun, convocante de la protesta. En otra pancarta se leía en euskera el lema «Bienvenidos, refugiados».
Entre los asistentes se encontraban el alcalde de la localidad guipuzcoana, José Antonio Santano, y el primer edil de la vascofrancesa de Hendaya, Kotte Ecenarro.
Con flores y velas en el suelo, los participantes lamentaron la muerte de este hombre.
Éste es el segundo fallecimiento que se produce en menos de tres meses en similares circunstancias en el río Bidasoa, que hace frontera entre España y Francia.
El pasado 22 de mayo fue rescatado en sus aguas el cuerpo sin vida de otro migrante que trataba de alcanzar la otra orilla, situada en Hendaya. Y precisamente ayer un joven de 19 años que también estaba cruzando el Bidasoa a nado fue auxiliado por los bomberos en la pequeña isla de Santiago Aurrea, aunque no sufrió ningún tipo de percance.
En este último caso no se trataba de un migrante en tránsito, sino que reside en la localidad guipuzcoana y que manifestó que le habían impedido pasar la frontera y por esa razón decidió cruzar a Francia nadando para visitar a unos familiares.
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