«Como sucedía en el caso de los trabajadores donostiarras, en Hondarribia también se les obligaba a realizar jornadas de 12 y 15 horas sin contrato laboral ni descansos, todo ello a cambio de un miserable salario. Es más, este bar es conocido ene le pueblo por contratar a personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad». Así se ha expresado hoy el sindicato LAB ante el bar Senra de Hondarribia, propiedad del empresario detenido por explotación en dos locales que también posee en Donostia.
Considera el sindicato que «es la racista Ley de Extranjería del Estado español la que permite esta situación. Conforme a ella, miles de personas deben trabajar en la economía sumergida durante al menos tres años
hasta regularizar su situación administrativa».
LAB ha añadido en sus críticas que un porcentaje importante de la hostelería está inmerso en la economía sumergida. «El último convenio laboral que se firmó fue derogado en 2010, y no se ha renovado desde entonces. Esto precariza aún más al sector», ha denunciado, apuntando a la responsabilidad de Hostelería Gipuzkoa.
Deja un comentario