Hoy 23 de abril no hay Feria del libro, pero las librerías han decidido salir a la calle en Gipuzkoa simbolizando la realidad: que nunca han estado tan cerca de sus vecinos. La misma pandemia que ha dado al traste con tantos negocios ha vuelto a refugiar a muchas personas en la lectura y eso, como incide el presidente del Gremio de Libreros de Gipuzkoa, no es un fenómeno local sino que se ha dado en todas partes. «Hay distribuidoras que han batido récords estos meses», comenta Adolfo López Chocarro en el Día del Libro. Y aprovecha para recomendar tres títulos.
Desde el Gremio de libreros se han mostrado muy activos en la ‘caza’ de nuevos lectores. ¿Cómo han resultado las campañas?
La primera quincena del mes ha estado dedicada a los niños con unas cartillas que ellos van sellando como ‘superlectores’. Era una prueba y ha funcionado muy bien, y eso que empezó en Semana Santa y no lo teníamos claro. Pero les ha encantado y puede tener continuidad. Luego hemos mirado hacia los jóvenes y lo hemos hecho con las redes sociales, supuestas enemigas de nuestro sector, han sido nuestras aliadas. Sobre todo nos hemos movido mucho por instagram. Con el perfil @gipuzkoakoliburudendak invitamos a los interesados etiquetarse con un libro favorito y también ha tenido éxito. Se han sumado algunas personalidades, además.
¿Extraña la feria de la plaza Gipuzkoa?
No lo pienso. Este año no toca, para qué vamos a forzar con lo que tenemos encima. Quedémonos con lo bueno: de unos meses a esta parte las librerías han recuperado su importancia como espacio físico de encuentro donde el lector recibe el asesoramiento y charla con su librero. Y las Juntas Generales declararon Gipuzkoa ‘territorio lector’ durante todo el mes de abril, que es algo que revaloriza nuestra actividad.
Por otro lado quizá haya que aprovechar esta pausa para reflexionar sobre la feria. La nuestra, si la compramos con las de otras poblaciones como Pamplona o Bilbao, se queda atrás. Necesita más apoyo institucional para brillar más. Cuando volvamos tendremos que sentarnos a hablar con el Ayuntamiento porque necesitamos más complicidad institucional y hacer algo mejor.
El año pasado los libreros gipuzkoanos hicieron un balance positivo pese a los meses de cierre. ¿En qué punto se encuentran ahora?
Se ha mantenido el tirón que comenzó después del confinamiento, que era la incertidumbre que teníamos, y ha sido un fenómeno a nivel mundial. Los índices de lectura han subido y también los de venta. Algunas distribuidoras han logrado récords. Tengo la sensación de que se ha producido un cierto fenómeno de retorno de lo digital. El libro requiere otro ritmo y ofrece otras cosas. Y al final con la pandemia se ha revalorizado el espacio de las librerías y el contacto con el librero.
¿Han avanzado las librerías del Territorio en el proyecto de vender por internet en Todostuslibros.com?
Sí. De hecho tenemos una colaboración a punto de cerrarse con la Diputación para entrar en grupo en la plataforma y posicionarnos mejor con ayudas a la digitalización y asesoramiento. Espero que en cuestión de días entremos en bloque las librerías gipuzkoanas que faltamos (algunas se adelantaron).
Ahora nos hemos encontrado una novedad sobre la que todavía no puedo opinar, bookshop, que nació en Estados Unidos y es un portal dirigido a librerías independientes. Privado. No sabemos bien cómo va a funcionar. En teoría dicen que no van a competir con las librerías, pero también tenemos el precedente de Amazon que empezó vendiendo cuatro libritos…
Hoy hay en las librerías gipuzkoanas un 10% de descuento… otra buena excusa para llevarse un libro a casa. ¿Nos recomienda tres títulos para este día?
‘El jardín de vidrio’ de la moldava Tatiana Țîbuleac de la editorial Impedimenta. Es una joyita de libro y está fuera de lo convencional. Es una escritora que narra sucesos crudos de la Moldavia comunista de forma muy poética.
‘Cuánto oro esconden estas colinas’ de C Pam Zhang, de Gatopardo ediciones. Es una novela del oeste que habla sobre la participación del pueblo chino en el modelo americano. No solo en el ferrocarril, hay mucho más. Muy original.
Y recomiendo un ensayo divertido: ‘Breve tratado sobre la estupidez humana’ de Ricardo Moreno Castillo. Merece la pena.
Deja un comentario