El día 21 de enero tendrá lugar un eclipse total de Luna que será visible desde Euskadi. Un eclipse total de Luna se produce cuando la Luna se sitúa en el mismo plano que el Sol y la Tierra, de modo que la Luna atraviesa la porción de sombra que proyecta la Tierra en el espacio y, entonces, es eclipsada. La Luna no resulta del todo invisible, como ocurre con los eclipses de Sol, sino que se oscurece y toma un color rojo-anaranjado debido fundamentalmente a rayos del Sol que son desviados al refractarse en la atmósfera de la Tierra y que llegan a la Luna. El color que toma la Luna en la totalidad, depende sobre todo del estado y composición de la atmósfera de la Tierra en ese momento.
Tiempos (en el gráfico principal):
1= 3h 35m La Luna entra en la penumbra. Es prácticamente inapreciable. 2= 4h 32m La Luna entra en la sombra. 3= 5h 39m La Luna está por completo en la sombra. Inicio de la fase de totalidad. 4 (máximo)=6h 09m Máximo del eclipse. 5= 6h 40m La Luna comienza a salir de la sombra. Fin de la totalidad. 6= 7h47m La Luna ha salido por completo de la sombra. 7= 8h 44m Fin del eclipse. (La Luna ya se ha ocultado, lo hace a las 8h33m.)
El eclipse podrá ser observado a simple vista sin necesidad de ningún instrumento óptico ni filtro, ya que su observación no es perjudicial para la vista. Tendremos que buscar un horizonte despejado de edificios y árboles hacia el Oeste. La Luna estará a unos 52º de altura sobre el horizonte oeste en el comienzo del eclipse e irá descendiendo poco a poco hasta que se oculte a las 8h46m. En la primera y última fase del eclipse, cuando la Luna está inmersa en la penumbra, lo que veremos es que la superficie de la Luna se oscurece un poco solamente, por lo que esta fase es difícil de apreciar.
Desde Donostia podremos ver prácticamente en su totalidad el eclipse si el tiempo nos acompaña y está despejado, ya que la Luna se oculta a las 8h:46m y el eclipse finaliza a las 8h44m. Mientras la luna esté en la sombra de la Tierra adquirirá un color entre rojizo y anaranjado. Esto es debido a que, además de oscurecerse, a la Luna le llegan rayos del Sol refractados por la atmósfera terrestre. El color y el grado de oscurecimiento que presenta la superficie de la Luna no es siempre el mismo, ya que depende del estado de la atmósfera de la Tierra. Uno de los factores que más influyen es la presencia de partículas volcánicas en la atmósfera. Por ejemplo, el eclipse de luna de 1992 fue especialmente oscuro debido a la erupción un año y medio del volcán Pinatubo.
Más información: Telescopios listos para ver el eclipse lunar desde la terraza del Ayuntamiento donostiarra
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