267 ha sido el tope. Cuando el IDK Gipuzkoa jugó el 13 de enero en Zaragoza, contra el Mann-Filter Casablanca, faltó la alero donostiarra Onintza Aduriz. Una gripe la tumbó, cortando su increíble racha sin fallar a ni un solo encuentro liguero de su equipo. La serie empezó en la temporada 2009-10…
«Fue una pena, pero estoy contenta de haber podido jugar tantos partidos seguidos. No sabía el número exacto, son muchos», reconoce Aduriz en declaraciones distribuidas por el club. Su increíble racha comenzó cuando tenía 18 años, un 3 de octubre de 2009 (hoy se acerca a los 28). Por entonces, el equipo de Azu Muguruza -llamado UPV en esa época- visitó al Alvargómez de Guadalajara. Aquel día también estaban en la cancha Iulene Olabarria y Toch Sarr. «Me acuerdo de la fase de ascenso que jugamos aquella temporada, pero del primer partido no, la verdad. Solo que en Guadalajara ya había jugado antes un Campeonato de España», rememora.
Más allá de convencer siempre al cuerpo técnico, Aduriz reconoce que se necesita «suerte» para estar libre de problemas físicos durante diez años, aunque ella también pone de su parte: «Me cuido bastante en temas como la alimentación, aunque no soy obsesiva. Y luego, en verano no paro, sigo entrenando y tratando de fortalecer las piernas. Pero nada diferente a lo que hacen otras jugadoras».
En estas diez temporadas, su única lesión importante fue una rotura en el menisco externo de su pierna derecha, pero ni siquiera eso le impidió tomar parte en la recta final del curso 2014-15. «El médico me dijo que no era peligroso seguir jugando, y no paré. Algún día se me bloqueó un poco la rodilla, pero no tenía un dolor fuerte, así que seguí y me operé a final de temporada». Su recuperación fue muy rápida: «Pronto empecé a andar y a trabajar piernas y fue muy bien».
Trabajo y deporte
La actual es una temporada diferente y agotadora para la alero: está compaginando los entrenamientos y los partidos con su trabajo como dentista en Pamplona, lo que le obliga a un importante esfuerzo. Ella misma lo confiesa: «La temporada pasada no sabía si seguir jugando o no, pero conseguí compaginar las dos cosas y comencé un reto para mí, que es trabajar y vivir en Pamplona, y venir aquí a entrenar».
El trajín «lo estoy llevando mejor de lo que pensaba», porque la entrenadora, Azu Muguruza, «me da la libertad de no entrenar por las mañanas. Y, si algún día llego tarde por el trabajo, no me agobia». En la misma clínica donde repara bocas también «me han facilitado el tema de los horarios, y de cogerme fiesta cuando tenemos que ir de viaje por los partidos. Para mí es importante sentirme cómoda en los dos sitios».
Su rutina diaria es agotadora: «Se me hace un poco duro, porque cada día salgo a las siete y media de la mañana de casa y no vuelvo hasta las diez de la noche. Trabajo, cojo el coche y vengo a entrenar. No paro. Pero venir al Gasca y que todo el mundo me reciba bien me motiva».
¿Reinicio…?
Por si fuera poco, Aduriz está ofreciendo quizás su mejor nivel en Liga Dia de baloncesto, máxima categoría del basket estatal: «Creo que estoy jugando bastante bien». Y se alegra de no haber terminado carrera en verano: «La verdad es que sí tuve dudas, porque necesitaba avanzar en mi profesión. Pero ahora puedo hacer las dos cosas y estoy muy contenta».
El sábado pasado, contra el Sant Adriá, Aduriz regresó con el bloque. ¿Será el partido número 1 de su nueva proeza…?
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