Hoy mismo empezarán las obras para asegurar la estabilidad del puente de Deba, según el documento redactado por las empresas Injelan y Fhecor. Las labores las ejecutará la empresa Freyssinet, contratada por la Diputación por el procedimiento de emergencia que busca evitar el derrumbe del puente y asegurar su conservación y rehabilitación. Se estima que la duración de estos trabajos será de aproximadamente 9 semanas.
Durante la primera semana se realizará la instalación de obra ejecutándose además diferentes catas y sondeos. Posteriormente se procederá al montaje de la estructura auxiliar que servirá para sujetar las bóvedas. En este proceso se prevé la instalación de una pasarela peatonal provisional que podrá ser utilizada por los vecinos para atravesar el puente a mediados de noviembre.
Ésta es una primera fase para evitar que las bóvedas se desplomen, pero que se ha definido de forma que sea compatible con una segunda fase de recuperación integral que se deberá realizar después de esta primera fase de emergencia.
La recuperación integral del puente comprenderá el desmontaje de los tramos colapsados y de la pila central (la pila que ha descendido) y su posterior reconstrucción sobre una nueva cimentación. En todo caso, y a la vista de lo sucedido, en las actuaciones de rehabilitación definitivas se deberán recalzar todas las cimentaciones, excepto el estribo del lado de Mutriku que se encuentra cimentado en roca. Se va a documentar todo el proceso y esta actuación en concreto permitirá conocer al detalle cómo se construía un puente en el siglo XIX.
La cimentación es a base de pilotes de madera de aproximadamente 30 cm de diámetro, hincados en el lecho, sobre los que se dispone un emparrillado de vigas de madera que dan soporte al entarimado sobre el que se coloca la base de la pila. Bajo el emparrillado se dispone de una escollera que asegura el apoyo del conjunto.
La estructura auxiliar se apoyará en la pila 1 (recalzada en 2002 y que tras la inspección subacuática del 24 de julio se observa que no presenta desperfectos de consideración) y el estribo 2 (cimentado sobre roca), y sobre esta estructura se dispondrán una serie de tirantes para apear las bóvedas colapsadas. La estabilización y posterior restauración de un puente de piedra mediante una estructura auxiliar sobre el mismo es un método novedoso del que no se conocen antecedentes.
Tras el hundimiento parcial que sufrió el puente de Deba a principios del mes de julio, a principios de agosto un informe técnico sobre el estado de conservación del puente de Deba encargado por la Diputación, alertaba del grave peligro de colapsar de dos de sus bóvedas, así como del tímpano del lado de aguas abajo, debido a los xilófagos que le aquejan. Además el estudio dictaminaba que se ha producido una pérdida evidente del material bajo el emparrillado de madera de la pila. El colapso ha sido debido al fallo súbito en compresión de la madera, que ha perdido capacidad resistente porque ha ido aminorando sección. El fallo se habría producido en varios pilotes de manera prácticamente simultánea.
El puente, construido a mediados del siglo XIX es una de las últimas construcciones civiles en piedra, pues a partir de ahí se pasa a construcción en hierro. Desde 2013 está prohibido el tráfico rodado, por lo que da servicio exclusivamente al paso de peatones. En la actualidad la estructura da soporte a conducciones de aguas fecales, gas y electricidad.
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