Esta semana comienzan las obras de la segunda fase de la boulevarización de la carretera de Añorga. Con un presupuesto de 478.821 euros las obras se prolongarán por espacio de tres meses por lo que, si todo va bien, la actuación podría estar rematada el último mes de este año.
La Concejala de Proyectos Urbanos, la socialista Duñike Agirrezabalaga, ha señalado que “estas obras van a completar la transformación de la carretera que se inicia en la rotonda de acceso a Añorga Txiki y la de Rekalde, haciendo de la travesía un vial más tranquilo y pausado, en el que las bicicletas y los peatones adquieren protagonismo frente al vehículo privado, cuya velocidad se aminora considerablemente”.
La primera fase terminó en septiembre de 2015 y recibió el galardón de la Plataforma Europea para la Gestión de la Movilidad, destacando especialmente el fomento de los aparcamientos para bicicletas. La segunda fase continúa el proyecto iniciado y comprende el tramo entre la rotonda intermedia de la carretera GI-21, junto al caserío Unanue Berri y la rotonda de Rekalde, que se renovará y reordenará en su totalidad.
La rotonda de Rekalde tiene actualmente dos carriles de circulación que ocupan 4 m de anchura, con un radio interior de 15,3 m. En esta actuación se desplaza la rotonda un poco más al Este con el objetivo de dejar el espacio necesario para la franja de coexistencia peatón-ciclista junto al trazado del tren.
“Las salidas de la rotonda en sus tres accesos se realizarán a través de un único carril de circulación, mientras que las entradas a la rotonda serán en dos carriles, salvo la conexión que viene del barrio de Añorga que seguirá siendo de un solo carril para permitir la coexistencia con el itinerario peatonal y ciclista”, ha destacado Agirrezabalaga.
A unos 75 metros de la salida de la rotonda de Rekalde en dirección a la rotonda intermedia se habilitará un paso de peatones semaforizado regulado mediante un botón, conectando así la zona de coexistencia de ambos lados.
El paso semaforizado dispondrá de una pequeña isleta entre los dos sentidos de circulación para dar mayor seguridad al peatón. Además, será convenientemente iluminado con alumbrado público. Junto a este paso semaforizado se habilitará una parada de autobús de 33,60 m de longitud, con marquesina y poste de información de llegadas.
En este tramo del vial entre las dos rotondas comprendidas en esta segunda fase de obras, se retirará la actual bionda, generando una mediana intermedia que dará la sensación de un estrechamiento de la carretera y, por tanto, reduciendo la velocidad del tráfico rodado.
El espacio de coexistencia del tramo de esta segunda fase de obras tendrá un acabado de aglomerado asfaltico, separado de la calzada mediante zonas ajardinadas. El bidegorri tendrá 2,5 metros de ancho. Será necesario desplazas y ampliar la barrera actual de hormigón prefabricado para así dar continuidad a la zona de coexistencia y reducir el ancho de carril.
En la rotonda intermedia, junto al caserío Unanue Berri, acondicionarán pasos rebajados para peatones, mejorando la entrada al citado caserío. Además, se ampliará la acera mediante un tramo de coexistencia con un acabado en aglomerado asfáltico. Para conectar la zona de coexistencia junto a la regata con el tramo peatonal situada al sur de la rotonda, se creará un paso de peatones sin semaforizar y alumbrándolo correspondientemente. Para ello será necesario rebajar la isleta actual.
La carretera contará con cunetas de drenaje de 30 centímetros de anchura para recoger las aguas de lluvia a través de sumideros.
Las obras se han adjudicado a JAIZUBIA OBRAS Y SERVICIOS S.L por un importe de 478.821 euros (IVA incluido). El plazo de ejecución de las obras está previsto que sea de tres meses.
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