Ya hay una máquina trabajando en Zubieta y a lo largo de la mañana, como durante estos días, han vuelto a reiterarse los eslogans que afirman que la incineradora supone «la solución definitiva» al problema de los residuos en Gipuzkoa. Pese a todo el inicio de las obras ha ilustrado el rechazo de parte de la sociedad al proyecto, y docenas de personas esperaban con pancartas a las autoridades a la entrada del recinto.
Allí el diputado general Markel Olano, el de Medio Ambiente José Ignacio Asensio y el representante de la UTE Urbaser, Carlos Abilio, encargada del proyecto, han recordado que la incineradora supone 200 millones de inversión y 180 empleos. Además de que se trata de «la solución definitiva».
«Nos han pedido resolver la gestión de residuos y hacerlo con los máximos requisitos medioambientales. Hemos respondido poniendo en marcha una de las plantas que va a ser de referencia. Los criterios que establecimos van a ser cumplidos con creces», ha expresado Abilio sobre el proyecto, que estará terminado y empezará a funcionar en 2019.
Cabe recordar que la infraestructura tendrá un presupuesto de 217 millones que pondrá la UTE formada por Urbaser y las empresas LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uría. La Diputación pagará a la UTE 768 millones por la gestión de la misma a razón de 23,6 millones anuales durante 32,5 años.
En las pancartas que sujetaban en el exterior se podía leer en euskara «No en nuestro nombre», y en la protesta participaban junteros de EH Bildu y Podemos.
Comienza la construcción de la incineradora
Ya hay una máquina trabajando en Zubieta y a lo largo de la mañana, como durante estos días, han vuelto a
Foto: Santiago Farizano
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