Los comerciantes temen que los nuevos hábitos de consumo y la compra online conviertan las calles del futuro en lugares desérticos, una estampa cada vez más habitual en Donostia. Pero, aunque es verdad que las tiendas de toda la vida están echando el cierre -la librería Lagun es el ejemplo más reciente y doloroso-, otros establecimientos suelen ocupar su lugar. La suerte dispar de unos comercios y otros se entiende mejor con la siguiente información: según la asociación de comerciantes Ba Gera!, durante el primer semestre de 2023 han desaparecido 35 locales del callejero donostiarra frente a la aparición de 76 nuevos comercios. El saldo (+41) es positivo.
Los barrios más pujantes para el sector servicios son el Centro, Gros y el Antiguo, ya que entre los tres han concentrado la mayor parte de la apertura de nuevos negocios: 31, 16 y 11, respectivamente. Siempre según el informe de la asociación donostiarra, estos barrios también han sido los que han sufrido un mayor revés, pero las clausuras anunciadas (20, 7 y 5) han sido menores en cada uno de estos barrios. Frente a la percepción generalizada de que los negocios caen como moscas y son sustituibles por un clic, en junio solo se ha tenido que lamentar el adiós de un comercio: Óptica 2000, en la céntrica calle San Marcial.
Tras un complicado inicio de año, estamos ante el mejor dato de lo que vamos de 2023. ¿Esto significa que el comercio local está al fin repuntando en Donostia tras la severa crisis de la pandemia, los precios al alza de los locales y la implantación del Ticket Bai? ¿Hay motivos fundados para el optimismo o es un espejismo? Lourdes Lázaro, gerente de Ba Gera!, apunta la existencia de dos realidades paralelas y dibuja un panorama muy complejo y con muchas aristas porque, asegura, la respuesta a la pregunta “no puede ser rotunda”. Por un lado, sobreviven o crecen los negocios que venden experiencias o servicios (centros de salud y de estética, peluquerías, gimnasios, psicólogos, dentistas…), así como la hostelería. “No estamos sorprendidos de su evolución puesto que todos estos meses el saldo ha sido positivo para estos sectores. Ha habido más aperturas que cierres”, explica. En Donostia hay más bares y más centros de belleza, en resumen.
En la otra balanza, las tiendas minoristas (moda, muebles, electrodomésticos). “La situación es totalmente diferente”, afirma Lázaro, que no duda en calificar su situación de “alarmante” después de que en enero y febrero bajasen la persiana hasta un total de “20 comercios”, en algunos casos tradicionales y muy ligados a los vecinos. “Fue un goteo continuado de cierres que nos preocupaba, sobre todo porque la tendencia ya venía del año 2022. Por ese motivo nos decidimos a realizar un seguimiento más detallado del nivel de cierres y aperturas de establecimientos en Donostia”, cuenta.
Desde abril, el panorama ha experimentado una ligera minoría con la aparición de nuevos negocios y parece que los establecimientos de este tipo despiertan tímidamente. “Veremos cómo se desarrolla el segundo semestre”, dice la representante de Ba Gera!, que sin mencionarlo expresamente, dirige sus miradas a la reciente ampliación de Garbera y critica que algunas actuaciones del Jazzaldia tengan lugar en este centro comercial. “Son iniciativas municipales que no ayudan precisamente al comercio local del centro y del resto de barrios”. “Falta un modelo comercial de ciudad”, subraya, “en el que se defina qué tipo de ciudad queremos ser. El 90% de las aperturas de comercios registradas en este semestre son cadenas, franquicias, o marcas que a diferencia del comercio local, que aportan personalidad, le restan esencia y convierten San Sebastián en una ciudad más con una oferta idéntica a la de cualquier otra”.
Delicatesen y cocina mexicana
Donosshopping.com es un blog personal en el que uno puede hacerse a la idea del estado de salud del comercio en San Sebastián. Su perfil de Instagram, muy activo, cuenta con más de 5.000 seguidores y en él se informa periódicamente sobre “las aperturas y cierres” de “comercios y restaurantes” en Donostia y los municipios de los alrededores. A juzgar por las publicaciones en la red social de las últimas semanas, parece que hay una serie de establecimientos, muchos de ellos ligados a la hostelería o a servicios irreemplazables, que poco a poco están levantando cabeza. La última apertura es la cadena de franquicias de lavanderías La Wash, en el barrio de Txomin.
Hay otros negocios que se abren paso con una mayor personalidad. En Gros se inauguró a finales de mayo Boui Boui Shop (calle Trueba 4 ), una original tienda de delicatesen con “productos de todo el mundo” que hace gala de una imagen moderna y atractiva. Su fundadora, Nhu, es una joven vietnamita que ha trabajado en “varias agencias de comunicación especializadas en comida y bebida”, lo que le ha permitido “descubrir una increíble diversidad gastronómica”. No quedan muy lejos de aquí el local L’ Alternativa (paseo de la Zurriola 22), donde se puede encontrar cocina de mercado y comida para llevar (arepas, pokes, pizzas, zumos, bocatas, tostadas), ni la colorida cocina peruana de La Xola, en la calle Secundino Esnaola 7.
Los responsables del restaurante andino aseguran en las redes sociales que con su propuesta buscan transmitir una “sensación de calidez”, “desde la mesa con el sabor de cada plato hasta en el saludo y el trato familiar”. Fuera de Gros, destacan las aperturas del elegante estudio de arquitectura BU en la calle Zubieta 9, en pleno centro, y una mudanza reciente: la taquería La Diabla se ha trasladado desde la calle Zabaleta a la Avenida Resurrección María Azkue 6, en Benta Berri. Esta taquería se convirtió desde su humilde local de Gros en uno de los mexicanos más relevantes de la ciudad.
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