(Ángel Alonso Giménez/EFE). La comedia en España tiene quien la cuide, como Borja Cobeaga, escritor y director de ‘Los aitas’. Se estrenará el viernes y permitirá ver a un reparto de lujo en estado de gracia, encabezado por Juan Diego Botto y Quim Gutiérrez. «He tenido mucha suerte: no he trabajado nunca con un actor pedorro», afirma a EFE.
Además de Botto y Gutiérrez, Laura Weissmahr (reciente ganadora del Goya a la mejor actriz revelación por ‘Salve María’), Ramón Barea, Mikel Losada, Iñaki Ardanaz y Sofía Otero (la más joven en ganar el galardón a la mejor interpretación en la Berlinale por ‘20.000 especies de abejas’) participan en una película llamada a vivir muy alto en la taquilla.

Es lo que parece por varios motivos, además del elenco, y esos motivos tienen que ver con la historia: cuatro hombres en paro, en Sestao en 1989, tendrán que acompañar a sus hijas y a la entrenadora alemana de su equipo de gimnasia en un viaje en autocar a Berlín, en donde está previsto que participen en un torneo internacional.
Durante la travesía, padres, hijas y monitora moverán sus mundos vitales: unos se acercarán a sus hijas, estas se acercarán a sus padres y la entrenadora se acercará a su país, en donde ha caído el Muro.
Cobeaga (San Sebastián, 1977) dice a EFE en el marco del Festival de Málaga, adonde ha acudido para comenzar la promoción del largometraje, que nunca había hecho una película tan coral, y no se refiere sólo a los interpretes adultos, sino también a los menores: seis y seis.
«Me gusta trabajar con actores, me gusta estar encima, hablar con ellos, pero ha sido duro. Creo que repito con Ramón Barea y con Juan Diego Botto porque son actores y han dirigido y creo que por eso me tratan mejor», afirma.
El padre en la crianza y la masculinidad
La revisión del papel del hombre en la crianza y de la masculinidad viaja también en el autocar de la película.
Retrocedió la historia a 1989 porque pensó mucho en su padre y en él mismo como padre y, por tanto, en la evolución de uno a otro. Le salió la parodia, pero también la comprensión. «Me gusta tratar a los personajes con ternura. Puedo ser cruel en la parodia, pero la ternura al final juega un papel importante», explica.
También reconoce que evitó «juzgar el pasado desde la perspectiva actual» para no caer en una posición de «superioridad moral», que es algo que sucede a veces, apunta. «Juzgamos las cosas a lo bestia en ocasiones; en ‘Los aitas’ intento estar en un punto intermedio entre la crítica y el homenaje«.
Homenaje a padres como el suyo, a quien dedica la comedia, porque, remarca, cuando empezó a escribir el proyecto, justo antes de la pandemia, estaba empezando a ser padre. ‘Los aitas’ le ha servido, enfatiza, para acercarse a él.
Más comedias en festivales como el de Málaga
Terminó hace nada la promoción de ‘Su majestad’ y está ya en la promoción de ‘Los aitas’.
Promoción que le ha llevado, de inicio, a Málaga, en cuyo festival compiten 22 películas, solo una comedia (o una película con mimbres de comedia) entre ellas, la argentina ‘Culpa cero’.
Preguntado por la carencia, el guionista y director donostiarra defiende que «para mostrar la variedad del cine español habría que dar más visibilidad a la comedia«, por lo que acto seguido reivindica: «Tiene que haber comedias en los festivales».
«Más comedias y la idea de que más allá de la comedia-éxito-de-taquilla, hay otros tipos, la comedia negra o la familiar, por ejemplo, y eso que es más arriesgado hacerlas porque si haces un chiste y hay silencio, es duro, mucho más duro».
Precisamente una comedia con ternura, ‘Wolfgang’, lidera ahora mismo la taquilla cinematográfica.
Disfrutar (escribiendo) la comedia
A partir del viernes tendrá la compañía de ‘Los aitas’, de Cobeaga, nombre de referencia de la comedia española, aunque él no se da tanta importancia.
«Sí disfruto mucho (haciendo comedia)», asegura, y por ello, según sus palabras, le gusta transitar por el abanico del género, de la «comedia enloquecida a la «comedia negra» o a la «comedia tierna», como, precisamente, la de ‘Los aitas’.
En unos meses, además, estrenará ‘Altas capacidades’, que ha escrito (dirige Víctor García León), una visión de la paternidad completamente distinta a la de ‘Los aitas’.
Quizá sea verdad que está en forma: «Con el paso del tiempo he visto que las certezas que tenía no son tanto y que te vuelves más permeable a aportaciones de otros, así que disfruto más escribiendo». Comedia, claro.

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