La imagen de dos técnicos pertrechados con buzos blancos en el interior de un local hostelero de la calle Duque de Mandas de Donostia circula de teléfono en teléfono. Esta ciudad, donde se han detectado nueve positivos en la última semana, 834 desde el inicio de la pandemia, no se libra del temor al Covid-19 pese al moderado «optimismo» que según Osakidetza merece la actual situación frente al coronavirus.
Fuentes municipales han anunciado hoy que el cierre de un local se produjo en Egia el pasado domingo por la tarde, cuando la Guardia municipal entró a identificar a los trabajadores y comunicarles la orden de la Consejería de Salud del Gobierno vasco de cerrar el establecimiento debido a la posible relación de algunos de ellos con personas ya confinadas.
Fuentes municipales relacionan este hecho con el foco de Orio. Un foco que a día de hoy tal y como ha expresado la consejera Nekane Murga suma ya 17 contagios y otros cinco probables. Uno de estos últimos es de las últimas horas.
El cierre de este local hostelero el pasado domingo sacude a quienes reciben la imagen de la clausura e inmediatamente la comparten y no ha pasado inadvertido para los hosteleros, que temen que contagios presuntamente relacionados con el sector se traduzcan en una contención que hasta ahora no ha tenido lugar en Donostia.
Abogaba Murga esta mañana por «no estigmatizar» localidades como Orio, pero lo cierto es que esa estigmatización corre el riesgo de trasladarse a los barrios y a determinados sectores. La idea del rebrote está muy presente y situaciones como ésta prometen repetirse.
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