Cines Sade: “Podría haber sido el mejor verano de los últimos 20 años”

Iñaki Elorza es el director de la unidad de cines de Sade. La empresa donostiarra es toda una institución en San Sebastián, también en el sector audiovisual: gestiona 20 salas repartidas en los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba con una capacidad total de 2.300 butacas. Desde la irrupción del coronavirus las salas de cine han sufrido todo tipo de vaivenes, pero ninguna medida ha sido tan dañina (e incomprensible) para el sector como la que tomó el pasado 22 de julio la mesa del Labi, el órgano del Gobierno vasco que endurece y suaviza las restricciones de la pandemia. Por primera vez desde la reapertura de las salas en verano de 2020, la afluencia se redujo drásticamente pasando de un 60% al 35% de aforo permitido. De momento, el Labi mantendrá la reducción. Elorza muestra su asombro ante esta dura medida, critica la “doble vara de medir” que se aplica al sector cultural público y privado con respecto a las restricciones y confía en que, al fin, este otoño se amplíe el aforo.

Se han reunido con el departamento de Cultura para analizar la situación y tratar de relajar las medidas. ¿Cuáles son sus argumentos para fijar un aforo máximo de un 35%?

Tenían un temor brutal a la variante delta del virus y querían ser conservadores. La celebración de las fiestas de verano también les generaba mucha preocupación. ¿Qué tienen que ver las fiestas con los cines? Nada. ¿La variante delta en el País Vasco es diferente a la del resto de comunidades donde tienen aforos del 75 por ciento? Es exactamente la misma. Hay que tener en cuenta que el 70% de la población está vacunada, lo que supone el 100% del grupo de riesgo. Estamos en una situación que no entendemos en absoluto, como si no hubiera vacunas o la situación en los hospitales vascos fuera muy alarmante.

¿Esperaban una rectificación por parte del Gobierno vasco?

Teníamos una cierta esperanza, quizás hemos sido ingenuos o por lo que sea…

Por los datos sanitarios y epidemiológicos, que están de su parte.

Sí, los datos están ahí. No tiene nada que ver la situación a la de hace unos meses con la de ahora. El sector se ha movilizado y en las redes sociales la respuesta ha sido muy favorable. Pensábamos que iban a reconocer que los cines no juegan en la misma liga que los bares, pero no ha sido así. Han prorrogado hasta finales de agosto la limitación de aforo. Reiteran en el error.

¿Ha habido contagios de coronavirus en vuestras salas?

No.

¿Han recibido algún tipo de ayuda directa o indirecta institucional estos 18 meses pandemia?

Se llevó a cabo un programa de sesiones matinales durante cinco semanas llamado Zinemazale berriak con películas en euskera. El Gobierno vasco corría con los gastos del alquiler de la película y el 100% de la taquilla se quedaba en los cines. También abonaban el alquiler de la sala. Fue una ayuda que nos vino muy bien. Hubo otra ayuda indirecta en la que nos alquilaron las pantallas de las salas para la promoción de una serie de paquetes culturales durante los meses de mayo y junio. Hasta ahora sí habían demostrado una cierta sensibilidad desde el Gobierno vasco.

¿Se conforman con volver a la situación anterior?

Nuestra aspiración es quedarnos a como estábamos antes, que era un 60 por ciento de aforo. Como se suele decir, que me quede como estoy. En el ranking de porcentajes éramos de los que estábamos peor situados en el Estado, donde la mayoría de comunidades tienen un 75% de aforo.

En Navarra, que es limítrofe, el aforo a día de hoy es casi el doble.

Sade tiene cines en Logroño y están a un 75 por ciento de aforo permitido.

No hay contagios en las salas, la población de riesgo está vacunada… ¿Por qué no abogan por terminar con todas las restricciones?

Hay gente que se sentiría incómoda estando codo con codo con otra persona en una sala de cine. Creo que es conveniente que, al menos, entre los no convivientes se mantenga una butaca de separación, lo que estaríamos hablando de un aforo total de un 65-75%. También es verdad que en el periodo vacacional se produce una paradoja: tanto los aviones como los trenes van llenos y se puede comer sin problema. Quizás pecamos de conservadores, pero sabemos que hay un alto porcentaje de nuestro público que con un aforo completo no estaría cómodo.

El verano, frente a lo que mucha gente piensa, es una época rentable para las salas de cine.

En los últimos años la tendencia ha cambiado una barbaridad. En verano es temporada alta de cine y casi todas las distribuidoras estrenan algunos de los pelotazos del año. Saben que es una época buenísima. Las recaudaciones a nivel nacional en julio y agosto son espectaculares. Con el mal tiempo que estamos teniendo, y sin ningún tipo de restricción, con un 100% de aforo, estaríamos hablando del mejor verano de los últimos 20 años.

¿Cuánto dinero estiman que se pierden a la semana con las restricciones actuales?

Es un cálculo difícil, pero en un día como el del pasado miércoles, día del espectador, habremos perdido cerca de 8.000 euros. En el Trueba no había entradas para ninguna de las sesiones desde las 17:30 horas. En el Antiguo Berri y en Príncipe el 80% de las sesiones se llenaron una hora o media hora antes. No solamente cuentan las entradas, sino también las palomitas y bebidas.

Son una empresa privada. ¿Han pensando en algún momento en cerrar los cines?

Si esta situación se hubiera dado en febrero probablemente sí. El escenario sería diferente. El recorrido hasta verano es muy largo. Pero salvo cataclismo -que se caigan películas, que se impongan más restricciones- en estos momentos no nos planteamos cerrar. Damos por hecho que estamos al final de la pandemia.

¿Qué pasaría si el Gobierno vasco sigue enrocado en el 35%?

Esperamos que en septiembre se produzca un incremento importante en el porcentaje de aforo. Ha sido un agosto incongruente a nivel de restricciones. Vamos a dejarlo ahí. Esto se tiene que corregir sí o sí. No sé hasta qué punto sería viable un Zinemaldia con el 35% de aforo.

Con respecto a las restricciones en Euskadi, ¿las iniciativas culturales impulsadas por el sector público han jugado con ventaja? ¿Ha habido dos varas de medir en pandemia?

Tanto la Quincena musical como el Jazzaldia y las sesiones de Tabakalera han mantenido el 60% de su aforo. Me llama la atención que en el Trueba hayamos vendido entradas con el 35% de aforo y en Tabakalera, a 10 minutos andando, estaban al 60%. El motivo que daban es que su programación había sido diseñado con anterioridad al cambio de la nueva normativa. Sí, hay dos varas de medir.