Un grupo de científicos, en su mayoría biólogos, rubrican un informe técnico sobre los efectos que podría tener la ola artificial prevista en Antondegi. En el trabajo, elaborado a petición de los grupos conservacionistas integrados en Antondegi Berdea, se pone el foco en las comunidades de aves y mamíferos que alberga este espacio y en su importancia dentro la red de corredores ecológicos a nivel local y comarcal.
«La ocupación de una superficie de 6,2 hectáreas, la construcción de nuevos accesos (2,8 hectáreas) y la explotación de la instalación afectarían de forma muy grave a la integridad de servicios ecosistémicos de una de las últimas manchas de campiña atlántica que se conservan en Donostia. Impactaría negativamente en la biodiversidad de la zona, que acoge numerosas especies protegidas, provocando la desaparición irreversible de algunas especies que allí existen en la actualidad», resume el estudio.
«Durante los últimos 30 años Donostia ha perdido cerca del 40% de la superficie de campiña y Antondegi, en este contexto, es uno de los últimos reductos de campiña del municipio. Los inventarios de fauna llevados a cabo en la zona revelan que es, además, una de las zonas de campiña mejor conservadas del municipio».
Reiteran los expertos que la zona es utilizada para descanso, alimentación o nidificación por un gran número de especies de aves. Se han registrado 117 especies de aves de las que 33 están incluidas en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas . Según el atlas de aves nidificantes de San Sebastián, se han detectado 46 especies reproductoras en el ámbito de Antondegi.
«Los firmantes de este texto (expertos en los ámbitos de la conservación y de la biología) quieren poner de manifiesto que, de acuerdo a los argumentos esgrimidos anteriormente, la loma de Antondegi tiene un valor ambiental importante a escala municipal y que la infraestructura de olas artificiales tendría un impacto negativo
significativo en el entorno».
Firmantes:
● José Luis Tellería. Catedrático de Zoología. Universidad Complutense.
● Elisa Sainz de Murieta. Doctora en Geología. Universidad del País Vasco y Basque Centre for Climate Change.
● Arturo Elosegi. Catedrático de Ecología. Universidad del País Vasco.
● Daniel García. Catedrático de Ecología. Universidad de Oviedo.
● Arantza Aldezabal. Doctora en Biología. Universidad del País Vasco.
● Joxerra Aihartza. Doctor en Biología. Universidad del País Vasco.
● Unai Pascual. Doctor en Economía y Política Ecológica. Basque Centre for Climate Change.
● Maite Arroita. Doctora en Biología. Universidad del País Vasco.
● Alberto de Castro. Doctor en Biología. Investigador.
● Yoana García. Licenciada en Biología. Investigadora.
● Juan Herrero. Doctor en Biología. Universidad de Zaragoza.
● Anna Sanchez. Doctora en Ciencias del Mar. Universitat de Barcelona.
● Juan Arizaga. Doctor en Biología. Investigador.
● Pablo Palencia. Doctor en Ciencias Agrarias y Ambientales. Universidad de Torino.
● Ana Galarraga. Licenciada en Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los
alimentos. Comunicadora científica.
● Mikel Etxaniz. Ingeniero técnico agrícola. Gestor de espacios naturales.
● Guillermo Roa. Doctor en Química. Divulgador ambiental.
● Mirene Begiristain. Doctora en Economía. Universidad del País Vasco.
● Javier Ferreres. Licenciado en Veterinaria. Gestor ambiental.
● Núria Roura. Doctora en Ciencias Ambientales. Universitat de Girona.
● Javier Fernández-López. Doctor en Biología. CNRS (Francia).
● David Amblas. Doctor en Geología. Universitat de Barcelona.
● Iñaki Sanz-Azkue. Licenciado en Biología. Consultor ambiental.
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