Lisa Page se declara feliz en su estudio de la calle San Antonio 36 del barrio donostiarra de Bidebieta. Allí, con salida a ambos lados del local y mucha luz, disfruta de la «desconexión» que supone regirse por «los tiempos del barro».
Esta canadiense de Toronto, que inició su aventura donostiarra hace diez años con la apertura del Kafe Botanika, dio un giro a raíz de la pandemia y regresó a su país para desarrollar con profundidad en un colegio de arte lo que ya había empezado a desvelarse como una gran pasión, la cerámica, a la que se acercó de la mano de Undermount en Igeldo.
A su vuelta se hizo con este estudio y nació ‘lisa p. cerámica’, donde Lisa recibe con cordialidad a quienes se acercan a conocer su labor y a aprender.
«Yo creo que con la pandemia empezaron a apreciarse más las manualidades. Todos sabemos que es más bonito hacerte un cuenco que pedirlo a Amazon», dice entre risas.
Así que en su taller recibe a personas de todas las edades («ahora viene una señora de 80 años»), muchas de las cuales «nunca habían tocado el barro». Eso sí: todas están unidas por el afán de «desconectar del ordenador y el móvil. Parar. Disfrutar. En este sitio la tranquilidad es una gozada».
A los talleres para adultos esta ceramista, que casi toda su vida ha trabajado como profesora de inglés, ha empezado a sumar ahora talleres para los niños en que aprovecha sus dos facetas: la posibilidad de dar a conocer la lengua mientras enseña a modelar.
«La semana pasada estuvieron aquí tres niñas. Toda la semana. Al principio una no decía nada porque hablábamos todo el tiempo en inglés, pero al tercer día… empezó a soltarse, ¡y cómo hablaba!» Está fascinada, también, con la creatividad de infantil. «Hicieron mil cosas».
Page asegura que la cerámica es para todos los públicos. Lo dice con convicción. También añade que «se puede seguir aprendiendo toda la vida, esto es a la vez arte y ciencia«, y en su caso se inspira mucho en la naturaleza.
Ese influjo se nota en unos vasos que muestra y que ha elaborado para la hostelería. «No me interesa la producción a gran escala, solo hago detalles. Tengo mucha relación con el Geralds de Gros, por ejemplo, y me piden cosas bonitas. Luego me encanta ver a alguien comiendo unas aceitunas en esos cuencos». También le pidieron unas copas para el Café Simona, y estos días anda loca para lograr las medidas idóneas para unos cuencos de ramen.
Así se le pasan las horas en el taller de Bidebieta: sentada en el torno, trabajando en la prensa o cociendo en los dos hornos que tiene en una habitación interior y que enciende de noche. Siguiendo «los tiempos del barro», pero sin parar un segundo.
Contacto:
lisa p. cerámica
San Antonio kalea 36
[email protected]
663629935
Contacto en instagram, aquí.
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