«No quiero que se pierda la perspectiva. Si se nos escucha a las denunciantes de Kote Cabezudo se empatiza con nosotras. Si sólo se habla del abogado Mario Díez se olvida lo verdaderamente importante del caso».
Quien habla es una de las denunciantes de Kote Cabezudo. En la actualidad tiene 30 años y cuando sufrió abusos por parte del fotógrafo tenía 19. «Está claro que a la tercera sesión empezaba a abusar de nosotras. ¿Hasta dónde?, pues depende de cuándo dejaras de acudir a las sesiones. En mi caso me quedé en shock cuando empezó a tocarme todo el cuerpo. Estábamos en su casa y había cerrado la puerta de casa con llave. No me moví y fue la última vez. A otras las violaba».
Después de aquella experiencia Nerea se fue de Gipuzkoa durante cuatro años. «Miré hacia otro lado. Me escondí».
Cuando volvió pasado ese tiempo empezó a notar algunas actitudes extrañas en su pueblo hasta que una amiga («la única que tuvo el valor de decírmelo a la cara, la mejor») le contó que fotos suyas, desnuda, circulaban por los teléfonos de todas las cuadrillas. «Dejé de salir, empecé a pasar mucho tiempo en casa. Y me emparanoié. Pensé que todo el mundo me miraba. Cualquier cosa la relacionaba con aquella experiencia».
En ese momento de su vida (corría 2013) para Nerea resultó providencial la aparición del abogado asturiano Mario Díez. El mismo que el pasado 8 de marzo y con el procedimiento atascado desde hacía cinco años grabó un vídeo en youtube que supuso un antes y un después en el caso.
Díez lleva el procedimiento de una veintena de denunciantes, aunque Nerea, la protagonista de este reportaje, está convencida de que «hay muchas más». «Pueden ser entre 50 y 100. Hablamos de que los abusos ya los hacía en los años 80».
Varias de las denunciantes eran menores cuando fueron fotografiadas y grabadas y a lo largo de estos años se daban de bruces cuando veían que las fotos y los vídeos pornográficos continuaban colgados en la red.
«La realidad es que durante cinco años nos pusieron todos los escollos posibles desde la Justicia. Con sinceridad: las denunciantes nos sentíamos vigiladas e investigadas, aunque no puedo dar detalles en este punto. Sin embargo Kote Cabezudo seguía en la calle y trabajando como si nada. Era tremendo».
Cabe recordar que las denuncias contra Cabezudo van desde abusos sexuales a estafa pasando por injurias, revelación de secretos, amenazas, abuso sexual, producción y difusión de pornografía infantil, corrupción de menores y violación.
Tras ese primer vídeo del abogado Mario Díez el caso le fue retirado a la jueza Ana Isabel Pérez Asenjo, Kote Cabezudo entró en prisión provisional y se empezó a hablar del tema en los medios. «Se ha avanzado más en ocho meses que en los cinco años anteriores», afirma Nerea.
En las redes sociales y en sucesivos vídeos Mario Díez ha denunciado la implicación de políticos en el caso (con especial enconamiento en una presunta colaboración institucional del ex alcalde Odón Elorza con Cabezudo) y es un permanente azote a los medios de comunicación, a los que acusa directamente de ocultación de los hechos. Además hace semanas comenzó la campaña de crowfunding #JusticiaPoetica para hacer frente a los gastos de este caso y otros relacionados con los delitos sexuales.
Como consecuencia el nombre de Mario Díez es objeto de polémicas en las redes y además el abogado ha sido denunciado por la magistrada Ana Isabel Pérez Asenjo, la misma a quien después de cinco años le fue retirado el caso. Pérez Asenjo pide 60.000 euros al abogado por el daño moral que le han causado sus vídeos.
Las denunciantes cierran filas en torno al abogado. «Sin Mario Díez no hubiéramos avanzado nada. Los tiene bien puestos, la verdad. Los que quieren que el caso se olvide hablan sólo de Mario y su forma de hacer las cosas en vez de referirse a quienes sufrimos los abusos», expresa Nerea.
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