La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dispuesto este martes suspender las comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia -las que no se realizan por locutorio- en los centros penitenciarios de Euskadi, Madrid, La Rioja y Navarra, en las prisiones de Mallorca y Zuera, en Zaragoza, y en el Centro Penitenciario Valencia-Antoni Asunción. Desde el final del Estado de Alarma se han registrado 31 positivos entre la población privada de libertad, la práctica totalidad tras el regreso de permisos
La decisión, con una vigencia inicial de tres semanas, se toma tras el estudio, caso por caso, de la situación de los centros dependientes de la Administración General del Estado, a partir de los últimos datos epidemiológicos facilitados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.
Se mantienen, sin embargo, las comunicaciones por locutorio –con una mampara de separación- y se van a reforzar las videollamadas para paliar los efectos de esta restricción.
Durante el Estado de Alarma, la afectación de la Covid-19 entre la población privada de libertad fue cuatro veces inferior a la de la población en general. Durante los tres meses de confinamiento, se registraron 85 positivos de internos e internas. En los algo más de dos meses transcurridos desde el fin del estado de alarma, el acumulado de positivos entre la población reclusa es de 31, la mayoría asintomáticos y detectados, en la práctica totalidad, tras el regreso de permisos o el ingreso de libertad. Entre los funcionarios, el acumulado de positivos desde el 21 de junio es de 36.
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