La lluvia protagonizó ayer el paso de los caldereros, que pese a eso, y como todos los años, cumplieron con su cita gitana. Por la tarde los barrios de Egia, Gros y Amara vibraron con el paso de los desfiles, coloridos y ruidosos, y por la noche, cerca de las 22 horas, fue la Parte Vieja la que hizo las veces de escenario hasta la madrugada.
Alegría y calor pese al tiempo gracias a esta tradición que disfrutaron tanto los curiosos como los protagonistas.
Hoy es el turno para las inudes, que a las 12 del mediodía saldrán de la calle Euskal Herria con los correspondientes artzaiak. Un fin de semana muy festivo, en fin, para los donostiarras. Una buena antesala para el Carnaval, que ya empieza a vislumbrarse muy cerca.
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