(EFE). La Guardia Civil ha detenido a seis presuntos integrantes de una banda que ganó casi tres millones de euros vendiendo productos fitosanitarios no regulados y que en el momento de su desarticulación guardaban 26 toneladas más de estas sustancias, en una operación dirigida por un juzgado de Irun. El uso de estos productos puede tener efectos desfavorables y entrañar riesgos para los seres humanos, animales y el medio ambiente por su elevada toxicidad.
Los presuntos miembros de la organización criminal se dedicaban a la adquisición, el almacenaje y la comercialización de los productos fitosanitarios tanto en España como en Francia, donde uno de ellos fue arrestado, ha informado la Dirección General de la Guardia Civil.
En tres registros llevados a cabo en inmuebles de Irun, Arenales del Sol (Alicante) y en la localidad francesa de Castres los agentes intervinieron 26 toneladas de estas sustancias no reguladas como pueden ser los insecticidas, los bactericidas o los fungicidas.
También incautaron cerca de 20.000 euros en efectivo y siete vehículos, además de bloquear multitud de activos financieros y 14 cuentas bancarias. El valor total de todos estos bienes supera el millón de euros, que se suman a los tres millones que se estima que habrían obtenido como beneficio de su actividad ilícita.
A los detenidos se les acusa de delitos de pertenencia a organización criminal, contra el medio ambiente y los recursos naturales, contra la salud pública, de riesgo catastrófico, falsedad documental y blanqueo de capitales.
La denominada operación Kaltegarria ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Irun y coordinada por la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del Instituto Armado.
También han participado la oficina de lucha contra el medio ambiente de la Gendarmería francesa, así como diversos organismos de los ministerios de Transición Ecológica y de Agricultura del país galo.
La operación tenía como objetivo la protección de los vegetales de los daños producidos por plagas, malezas y organismos que causan enfermedades, como pueden ser las mercancías intervenidas, dado que no contaban con la regulación pertinente.
Según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 40 por ciento de cultivos alimenticios se pierden por estas causas, lo que repercute en la comida de millones de personas, recuerda la Guardia Civil.
El uso de sustancias fitosanitarias no autorizadas por los principales exportadores mundiales del sector hortofrutícola, entre los que se encuentra España, puede causar «un impacto muy significativo» en la salud de la población y el medio ambiente, señala la Guardia Civil en un comunicado.
Quienes proveen los productos no regulados suelen estar integrados en organizaciones criminales, movidos por la existencia de una demanda de un sector de la agricultura pese a que su comercialización esta prohibida.
Los productos fitosanitarios son mezclas químicas cuyo objetivo es proteger los vegetales de organismos nocivos y contribuyen a aumentar los rendimientos en la agricultura, asegurando una buena calidad en los alimentos.
No obstante, su utilización puede tener efectos desfavorables y entrañar riesgos para los seres humanos, animales y el medio ambiente por su elevada toxicidad. Su uso indebido también puede ser perjudicial para la calidad del suelo, de las aguas y de la biodiversidad en su conjunto.
#OperacionesGC
En colaboración con @Europol, detenidas 6 personas en España y Francia, intervenido dinero en efectivo y 7 vehículos. Bloqueadas 14 cuentas bancarias. El valor de los bienes intervenidos supera el millón de euroshttps://t.co/FfWFf9IxdW pic.twitter.com/AkCzdI3NKR— Guardia Civil (@guardiacivil) December 28, 2023
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