La Asociación Belenista de Gipuzkoa ha trabajado duro estas últimas semanas para dejar su arte en los tradicionales Belenes que ya se pueden ver en la ciudad. Lo cierto es que también se puede innovar en un arte tan antiguo y lo más importante para tener éxito en el resultado, como ellos mismos dicen, es saber qué es lo que se quiere hacer desde el punto de partida.
En este caso la variedad es evidente: un Belén en el Aquarium, otro ideal para los más pequeños en el Súper Amara de Riberas de Loiola (formado íntegramente por pitufos), la amplia exposición del centro Uhain de la calle San Martin 50, el tradicional de toda la vida de la plaza Gipuzkoa con figuras tamaño niño, el de Diputación, siempre tan visitado…
Al gusto de los miles de donostiarras y vecinos que se acercarán estos días a verlos, como es tradición, quedará decidir cuál es más bonito.
Para curiosos: la primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo en la Nochebuena de 1223, realizado por San Francisco de Asís en una cueva próxima a la ermita de Greccio, Italia.
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