(EFE). La Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha condenado a 15 años de cárcel al procesado por violar a una mujer en su domicilio de Beasain en 2019, quien además está acusado de cometer al menos otros cinco delitos de índole sexual en Gipuzkoa desde 2012.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, establece una condena de 12 años de prisión por el delito de agresión sexual con alevosía, y de otros 3 por un delito de lesiones, mientras que lo absuelve del delito de detención ilegal.
Se trata de la primera sentencia que se dicta contra el acusado, relativa a una violación cometida en julio de 2019 en Beasain, el caso que propició la detención de este hombre, al que investigaciones posteriores de la Ertzaintza lo vincularon con otros cinco delitos similares.
Además de las penas de cárcel, la Sección Tercera condena al presunto violador múltiple a diez años de libertad vigilada tras salir de prisión y a indemnizar a la víctima con 58.830,77 euros en concepto de responsabilidad civil y por las lesiones psíquicas y físicas que sufrió la agredida.
El condenado no podrá acercarse durante 13 años a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio, su lugar de trabajo o lo sitios que frecuente, ni podrá comunicarse con ella en ese periodo.
La Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa considera probado que el 13 de julio de 2019 el acusado, un ciudadano de nacionalidad rumana, abordó a su víctima, también rumana y a la que el hombre conocía, en el rellano de la escalera del domicilio de la mujer, la introdujo en la vivienda y la dejó inconsciente con cloroformo.
La sentencia establece que, tras dormirla, el acusado violó a la víctima, tal y como él mismo admitió durante el juicio, al asumir el peso de las pruebas físicas que lo incriminaban.
«No me acuerdo, pero confieso. ¿Qué puedo decir?», señaló el inculpado en el juicio.
Además, en la vista oral se desveló que, cuando la Ertzaitnza investigó el ordenador del acusado halló fotos y vídeos de otras agresiones sexuales, que permitieron a los investigadores relacionarlo con otros delitos cometidos desde 2012 en la comarca guipuzcoana de Tolosaldea, con un modus operandi similar y en los que también se encontraron vestigios de su ADN.
La Fiscalía y la representación de la víctima habían solicitado penas que sumaban 24 años de cárcel, al entender que se había producido un delito continuado de violación, por el que pedía 15 años en lugar de 12 que es el máximo para el delito de violación, además del de lesiones y de detención ilegal.
La misma pena fue solicitada por la acusación ejercida por la letrada Cristina Ramos, en nombre de la asociación Clara Campoamor.
La defensa pidió la libre absolución del acusado, pese a que éste había admitido los hechos, debido a un fallo de forma en los escritos de acusación, un argumento que ha desechado el tribunal en su sentencia.
La representación del acusado argumentó que en los escritos de las acusaciones no se explicitaba que su defendido penetró o tuvo acceso carnal a la víctima, pero a Audiencia considera que el principio acusatorio estaba suficientemente formulado porque «lo esencial es que la defensa del acusado tenga conocimiento con antelación suficiente de lo que se le atribuye», lo que, a su juicio, ocurrió en varios momentos del procedimiento, en el que no cupo duda de que se le juzgaba por agresión sexual.
El tribunal también ha rechazado que se trate de un delito continuado de agresión sexual, por lo que ha aplicado la pena máxima establecida para una violación, ya que sí ha admitido el agravante de alevosía, al entender que el inculpado pretendió eliminar la posible defensa de la víctima y asegurar la ejecución del delito.
La sentencia absuelve al acusado del delito de detención ilegal, por el que las acusaciones solicitaban 6 años de prisión, ya que entiende que la privación de libertad de la mujer «no tuvo otra finalidad que la de atentar contra la libertad sexual de la víctima y solo duró el tiempo necesario para conseguir ese fin».
El acusado está a la espera de otra sentencia por el juicio de otra violación cometida en Lasarte-Oria, mientras que quedan pendientes de señalar otros tres juicios más por delitos sexuales y un sexto caso se encuentra en fase de instrucción.
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