El photocall más cutre de la historia, la «pelea a cuchillo» para programar la película que uno quiere, el silencio apoteósico del público viendo ‘El resplandor’, las cervezas del bar como medidor del éxito de una sesión, y «el festival de cine viril» de unos amigos que entre pelis de acción, patatas y cervezas imaginaron un Bang Bang Zinema y lo hicieron realidad. Da para mucho la conversación con Jon Paul, Patxi Presa y Alfonso López a sólo unas horas de que se inicie la quinta edición de este encuentro cinematográfico «sin complejos» (así lo definen).
Este sábado volverá haber colas en el Teatro Principal desde horas antes de que se abran sus puertas para un doble pase cuyos títulos llenan la cabeza de imágenes: ‘El exorcista’ y ‘Desafío total’. Conseguir entradas ha resultado complicado y sentarse donde uno quiere, si va acompañado, más. En resumen: el público del Bang Bang es muy sufridor. «Nuestro miedo es que eso genere frustración, no nos gusta pensar que se ha quedado gente fuera. Pero eso pasa con la música, el deporte, el Zinemaldi… las entradas se agotan porque hay un interés por el producto. Además en este caso hay que reconocer que el Teatro Principal es un cine donde se ve bien de todos sitios».
Recuerdan con cariño que en el inicio aspiraban a llegar a 200 espectadores y poco después se asomaban desde dentro del teatro para ver las colas. «La venta anticipada nos ha quitado mucha incertidumbre, desde luego. Ahora las dudas vienen por otros temas. Que si aplauden más o menos, que si se ríen, que si el photocall ha funcionado…»
Precisamente en este punto aparece Miguel Baquero, el cuarto del grupo (sólo falta Iñaki Gabarain) y a quien declaran oficialmente responsable del photocall. Sobre el de este sábado no da muchas pistas, aunque ‘El exorcista’ promete tomar el mando. «Lo importante es construir un marco y apostar por algo en concreto, antes queríamos meterlo todo. Lo cutre-divertido es marca de la casa. El photocall de ‘Seven’ estaba fenomenal, tenía siete pantallas por los siete pecados capitales, pero el público no sabía qué hacer allí. La otra película era Rocky, apareció una espectadora con unos guantes de boxeo y todo se arregló. Triunfan las pelucas y hacer el gamberro».
¿Y el photocall más cutre de todos? «Sin duda el de Conan el Bárbaro con aquel trono hecho con una silla de traperos y las mantas… aunque el de Indiana estaba hecho con dos maderas».
Hay tensión de cara al ‘estreno’ del sábado aunque el público del Bang Bang Zinema parezca entregado de antemano. «Tampoco es eso. Hay que ver cuánto dura este nivel de devoción. Hay quien coge el abono a ciegas hasta que lo defraudas. Hay una tolerancia hasta cierto punto».
Lo cierto es que durante la reciente presentación en Tabakalera había varios presentes comprando las entradas con el móvil. Hay pasión por lo que se ofrece. «Es cine sin complejos, sin ponernos estupendos, vamos a pasar un buen rato. Y es muy generacional: el público es de entre 30 y 50 años. Cuando hablamos con un actor que viene a hacer una colaboración siempre le decimos que no va a encontrar otro bolo donde la gente esté tan a favor».
¿La mejor sesión de estas cuatro ediciones?, cada cual tiene la suya. Para Alfonso López ‘Grease’ y ‘Atrapado en el tiempo’; para Patxi Presa ‘Tiburón’ y ‘Aterriza como puedas’, y para Jon Paul ‘Dirty Dancing’ y ‘La princesa prometida’. «Dirty Dancing nos generaba muchas dudas y de repente entré en la sala y cada caderazo de Patrick Swayze se celebraba con una verdadera ovación. Hemos puesto pelis mejores y peores, pero aquello se vivió como un espectáculo. Y es lo que vendemos en Bang Bang».
Escuchándolos sorprende que se pongan de acuerdo para la programación. «Es una pelea a cuchillo. Somos cinco personas con gustos distintos». En ese sentido los cinco tienen alguna frustración -«hay una película que crees que funcionaría clarísimamente y el resto no quiere saber nada«-, y apelan al arte de negociar: «Si me apoyas en este título te ayudo a sacar este otro».
Después el apoyo o no del público a los títulos seleccionados es un factor de incertidumbre. «¿Te crees que ponemos imágenes de ‘Matrix’, que yo pensaba que pegaba muchísimo, y sin embargo la gente se vuelve loca con ‘Desafío total’?» Y hay otro factor que todavía les despista: el «cachondeo» que puede generarse o no en la sala. «En las mejores películas no hay tanto. En ‘El resplandor’ parecía que nadie respiraba y en el bar no había nadie. Salen más cervezas si la película es más floja, está claro».
Lo que promete ser una fiesta es la sesión especial del 29 de diciembre con ‘Rocky Horror Pictures Show’ y la presencia de Malabrigo Teatro. «Va a ser muy, muy potente. ¿Cómo va a resultar?, ni idea. Apelaremos a la tolerancia del público».
Como van «paso a paso», sesión a sesión, no adelantan mucho más: habrá trece actores, técnicos de sonido e iluminación. «Se nos disparaban los gastos y por eso recurrimos al crowfunding META de la Diputación. Intentamos que el precio sea popular pero no salían los números. Ya lo habíamos hecho con anterioridad y nos había ido bien».
Los abonos volaron, por supuesto. Y quedan por desvelarse los títulos del 9 de febrero con motivo de San Valentín, el 13 de abril y el 8 de junio para terminar el curso.
Cabe suponer que con la enorme cantidad de películas de las que disfrutó una generación entusiasta de la pantalla grande, con un público que espera con ilusión los próximos carteles, un teatro con mucho encanto y un nutrido grupo de ayudantes, hay Bang Bang Zinema asegurado. Próxima cita: este sábado.
«Somos obsesivos, no toleramos demasiado los fallos», dice con convicción Jon Paul. «Anda, que no toleramos fallos. Tú no los toleras. Tenemos tantos…» responden sus compañeros de fatigas.
En todo caso el buen rato está asegurado.
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