Son cuatro familias más a las que les han comunicado recientemente por medio de un burofax que sus contratos de alquiler, que han finalizado el 31 de enero, no serán renovados. Familias que viven desde hace años en la Avenida Ategorrieta y en la calle Gran Vía y cuyas casas, que eran propiedad de Inmobiliaria Vascongada, son ahora del fondo buitre Azora con otras 300 en toda Donostia. Por ello Stop Desahucios llama a movilizarse mañana martes a las 11 horas en la calle Ijentea, frente a lo que hasta ahora era Inmobiliaria Vascongada, comprada recientemente por el fondo buitre Azora.
Fuentes de Stop Desahucios añaden que el mensaje del pasado martes del alcalde Eneko Goia tras reunirse con representantes de Azora no tranquilizó a los 320 afectados sino todo lo contrario. «Transmitió un mensaje de tranquilidad para los inquilinos con contratos vigentes pero no mencionó cuál iba a ser la situación para los que tienen el contrato vencido», expresa el comunicado.
Por ello las familias afectadas y Stop Desahucios registrarán este mismo martes un escrito para todos los grupos municipales en su afán por proteger a las familias afectadas y además volverán a pedir una reunión con el alcalde Eneio Goia.
Vuelve a recordar Stop Desahucios que Azora hizo una operación similar en Madrid que supuso el incremento de los alquileres un 100%.
Irrupción de fondos buitre
La situación de más de 300 hogares en posesión, ahora, del fondo buitre Azora y las previsibles consecuencias convulsionaron este mes a los donostiarras. Y es que entre la situación de Benta Berri con el fondo buitre Blackstone y esta última incursión se abre un futuro incierto para muchas familias que viven de alquiler en esta ciudad.
Además de hablar con los representantes de Azora, que respondieron que no tocarán los contratos vigentes, el alcalde Eneko Goia apeló estos días al Gobierno central al afirmar que este tema trasciende la capacidad de un municipio y que es el Ejecutivo nacional el que debe hacer un cambio normativo y establecer límites a los incrementos exagerados del alquiler.
En este contexto el alcalde donostiarra lanzó una reflexión. Partiendo de que resulta una lástima que por medio de una venta se pierda, como en este caso, el arraigo de una empresa como era Inmobiliaria Vascongada, añadió el alcalde que «alguien ha ganado mucho dinero con esta operación». Y «no puede ser que cuando después ocurre esto recaiga toda la responsabilidad sobre el Ayuntamiento y sobre todos los ciudadanos de Donostia. Hay que atajar el problema desde el origen».
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