Unas guitarras crujientes y sabrosas se abren camino con ímpetu. Después llega el turno de una batería que da pie a que arranque con los primeros versos, crípticos y poéticos, Mauka: “Gaua da biltzen nauen maindirea / Aspaldi beste inoren beharrik ez dudala / Izkutuan hotzikara, ilunpeak estalita. / Gutxi gara espezie hau osatzen dugunak”. La canción forma parte del noveno y último álbum de Audience, Tolesdurak (2021, Bidehuts), un variado doble LP de la longeva banda de Gernika que, junto a otras formaciones como Athom Rumba o Joseba Irazoki eta Lagunak, se ha convertido en una pequeña institución del rock alternativo vasco de las últimas dos décadas.
Esa era la última noticia reseñable de un grupo de rock inquieto como pocos y que nunca se ha casado con ningún estilo concreto, aunque en los últimos tiempos se había escorado más abiertamente a la americana; ese muestrario de sonidos de raíces estadounidenses que escarba en las raíces del folk, el country o el rock’n’roll. Pues bien, el quiebro más reciente de una banda desconocida para el gran público pero que ha llegado a grabar discos en lugares tan dispares como Cuba o Nueva York, le lleva a la próxima edición del Zinemaldia, que se celebra desde el 22 al 30 septiembre. Audience, nuestros Wilco, tiene encomendada la misión de poner música a las principales galas de la 71ª edición.
Las bandas sonoras de la ceremonia inaugural (viernes 22, a las 20:30 horas), el Premio Donostia a Víctor Erice (viernes 29, a las 22:00 horas) y la clausura (sábado 30, a las 21:00 horas) llevarán la firma del quinteto liderado por los hermanos Insunza, Gaizka y Ager. Audience se han manejado en todo tipo de escenarios, en gaztetxes, pasando por teatros, salas de conciertos y festivales pequeños, pero también se han batido ante grandes audiencias como el FIB o el Primavera Sound. Han solido ganar todos los envites desde su nacimiento a finales de la década de 1990. Pero esto es distinto, es otra cosa: un festival de clase A, el único del Estado, les ha pedido que su música coloree todas las galas del certamen.
¿Se habrán metido en un follón? “Yo no diría tanto. Hemos tenido que hablar con mucha gente y ha habido muchos interlocutores. Más bien, hemos salido de nuestra zona de confort”, responde por teléfono Gaizka Insunza (guitarra, cantante) a falta de 48 horas para que la maquinaria del festival se vuelva a poner en marcha. La idea de contar con una voz autorizada pero poco conocida para el gran público como Audience partió de la propia directora de las galas, Mireia Gabilondo. Conocía al grupo de primera mano. Gabilondo ya había trabajado con los de Gernika en 2019 en su proyecto Kalaportu, donde una serie de músicos y escritores vascos notables se aliaban sobre el escenario en un insólito cóctel musicado que partía de los poéticos textos de Joseba Sarrionaindia. Ahí se plantó la semilla de las futuras colaboraciones.
En la comedia Erlauntza (2020), también dirigida por Gabilondo, “se estrecharon los lazos. Nos pidió que hiciéramos un pequeño cameo y salimos tocando”, recuerda Gaizka. Ya a finales de 2021, cuando Audience presentó Tolesdurak en la sala Dabadaba de Donostia, empezó a tomar forma la posible participación del grupo en las galas del Zinemaldia con un claro enfoque: la música en directo deberá tener más presencia.
Y un tiempo después cuajó la idea. El caleidoscopio rock de Audience parece idóneo para sortear este tipo de ceremonias tan encorsetadas y con pocos sobresaltos, un espectáculo calculado al milímetro que contará con la banda al completo interpretando en directo parte de su repertorio desde un lado del escenario. No suele ser lo habitual: normalmente en las galas se tira de música pregrabada y, como mucho, algún artista sale al escenario y toca una canción para aligerar el desarrollo de la ceremonia. Audience no tenían “un referente claro” adónde acudir para poder empezar a configurar el setlist, pero, a cambio, cuentan con un amplio bagaje musical que incluye nueve discos de estudio.
Durante meses se encerraron en el local de ensayo. Periódicamente recibían la visita de Gabilondo para “un productivo intercambio de ideas” y obtener su feedback. Empezaron a trabajar con la escaleta de las ceremonias, que ha sufrido varias modificaciones. La ausencia a última hora de Javier Bardem, que finalmente no recibirá el Premio Donostia este año, ha sido uno de esos contratiempos. Ya tenían lista la música de la entrada y salida al escenario del actor español, aseguran.
Colaboración sorpresa
¿Los fans del grupo se sentirán interpelados? “La marca de Audience estará presente. Aquel que vea las galas reconocerá nuestra música”, afirma su cantante y guitarrista. Como su espectro musical va desde el folk, al rock más eléctrico y el pedal steel guitar, muy socorrido en el country, los pasajes sonoros que circundan los territorios de Audience estarán bien representados. Habrá incluso alguna colaboración sorpresa que se guarda con celo —“no te la puedo desvelar”— y el grupo rescatará varias composiciones de su extensa discografía, algún tema inédito, escarbando en su memoria, cortando y pegando distintas partes, variando algunos pasajes instrumentales, en una revisión musical que encaje con el formato requerido en las distintas galas. “Ha habido un ejercicio de reciclaje que nos ha servido para revisar en nuestra discografía, aportar piezas antiguas y otras seminuevas”, añade Gaizka Insunza.
En dos días saldrán a tocar todos a la vez al escenario del Kursaal, sin claquetas ni metrónomo, en una “actitud muy rock” en el que no habrá, confirma el líder de Audience, música pregrabada. En plena era de la vuelta del playback en el maistream, Audience juegan todas sus cartas a la autenticidad y el aura del directo, conscientes, asimismo, de cuál es su rol. En la gran fiesta del cine la música va después. “En ningún caso seremos los protagonistas de la gala. El protagonismo recaerá sobre el cine, los artistas y las distintas secciones que se vayan presentando. Los acompañaremos con nuestra música”. Más sobre el Festival de San Sebastián, aquí.
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