El Juzgado de lo Social Nº 3 de Donostia ha estimado la demanda de la viuda e hijos de Juan C.R., que falleció el 20 de Junio de 2017 por cáncer pulmonar y ha condenado a la empresa Cominter Tisu SL de Hernani (como sucesora de Scott Ibérica y Celulosas de Hernani) a indemnizar con 101.000 euros a la viuda y 20.000 euros por cada hijo, dado el nexo causal entre el incumplimiento de la amplia legislación en materia de Seguridad e Higiene y el daño sufrido por el trabajador fallecido a causa de la exposición laboral al amianto. Asviamie, Asociación vasca de víctimas del amianto, ha aprovechado este caso para reiterar que «el terrible crecimiento de la epidemia de cáncer y de las personas afectadas por el amianto lleva a exigir a los Gobiernos la creación inmediata del Fondo de Compensación evitando situaciones complicadas para la viabilidad de las empresas. Es hora de que las empresas, mutuas e instituciones pidan perdón por el daño causado».
Juan Cisneros comenzó a trabajar en 1962 de aprendiz en Gureola Scott trabajando como mecánico de mantenimiento hasta 1993. En su actividad le tocó reparar tuberías de calorifugado o la caldera de vapor forrados con amianto, cuyo material cogía del almacén. También cambiaba las placas de la fibra cancerígena en la campana de la máquina de papel, reparaba y sustituía las zapatas de freno o cambiaba las juntas de cartón Klingerit o cortaba y colocaba placas de uralita en la cubierta. Actividad que desarrollo con total desconocimiento del riesgo, limpiando con la escoba el puesto de trabajo, llevando la ropa de trabajo al domicilio para su lavado, mientras la empresa no les informó del riesgo, no le proporcionó protección respiratoria ni le practicó reconocimientos médicos específicos, entre otras infracciones de la Ley.
Según puntualiza Asviamie la empresa incumplió el Decreto 792/1961 que recogía la Asbestosis como enfermedad profesional, el Decreto de 1957 sobre trabajos prohibidos a mujeres y menores con el amianto, la Orden de 31 Enero 1940 que establecía la dotación de protección, reconocimientos médicos, limpieza de locales, el Decreto de 1961 que establecía las Concentraciones Máximas permitidas, etc.
En julio de 2016 a Juan C.R. le diagnosticaron un cáncer pulmonar y en octubre el INSS le reconoció una incapacidad absoluta.
Celulosas de Hernani, sucesora de Scott Ibérica S.A., entró en mayo de 2013 en crisis y proceso concursal, permaneciendo cerrada hasta que Cominter Tisu SL la compró en 2014 y contrató 24 trabajadores que habían estado empleados en la anterior empresa. Por ello el Juzgado determina que existe sucesión de empresa y responsabiliza a Cominter Tisu de las consecuencias económicas de los incumplimientos en materia de Seguridad y prevención de dichas mercantiles.
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