(EFE). El juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián ha decretado ya la entrada oficial de Astilleros Balenciaga en concurso de acreedores por lo que a partir de ahora la compañía será supervisada por un administrador concursal mientras el comité insiste en su viabilidad y pide la implicación institucional.
La decisión no ha tomado de sorpresa a los sindicatos que tenían conocimiento de que la empresa había enviado toda la documentación al juzgado por lo que este desenlace «era cuestión de días», ha señalado a EFE el representante de CCOO en el comité, David Tejera.
Trabajadores del histórico astillero se ha concentrado este miércoles en San Sebastián a las puertas de la Subdelegación del Gobierno poco después de conocerse la entrada en concurso de la empresa que cuenta con una plantilla de 71 personas.
El auto en el que se adopta esta decisión, al que ha tenido acceso EFE, designa para este cometido a la entidad Attest Servicios Empresariales, la misma que se encargó del concurso de acreedores del astillero vizcaíno La Naval.
El documento señala que en el caso de Astilleros Balenciaga «concurren los presupuestos subjetivo y objetivo para la declaración del concurso», ya que «tenía un fondo de maniobra claramente negativo, con un pasivo corriente de 8.145.855 euros y un activo corriente de 2.339.281 euros».
El auto aclara que, aunque el astillero «había conseguido la aprobación y homologación de un plan de reestructuración, éste contemplaba una serie de medidas para asegurar la viabilidad en el corto y medio plazo entre las que estaba la venta de los dos buques que indirectamente posee a través de su filial Urola Shipping».
Negativa de un acreedor
Una venta que sin embargo «no se puede llevar a cabo por la negativa de uno de sus acreedores a levantar voluntariamente las hipotecas navales que gravan dichos buques».
«El producto de la venta de los citados buques -aclara el documento- era esencial para el cumplimiento de las medidas de más próxima atención del plan de reestructuración» por lo que, ante la situación creada y «en evitación de la generación de mayor deuda», Balenciaga solicitó su declaración de concurso voluntario.
Las fuerzas sindicales han anunciado hoy que continuarán con la hoja de ruta que se han marcado y este mismo miércoles han celebrado una concentración frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno en San Sebastián en la que han vuelto a exigir al Ejecutivo central que se una a la mesa de diálogo que se reunirá este mismo jueves.
Reunión entre instituciones, empresas y comité
El representante de CCOO ha criticado que el Gobierno central «ni siquiera haya respondido» a la convocatoria y ha opinado que, al menos, «por educación» debería contestar si participa o no en la misma.
De momento, está confirmada la asistencia de representantes del Gobierno Vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Zumaia, así como de la dirección y del comité de empresa de Balenciaga.
El astillero guipuzcoano solicitó el pasado mes de noviembre la entrada en concurso de acreedores tras la negativa de la Compañía Española de Financiación el Desarrollo, Cofides, al plan de reestructuración con el que pretendía evitarlo y proseguir con la actividad en sus instalaciones de Zumaia (Gipuzkoa).
La decisión fue comunicada el 20 de noviembre por la dirección del astillero al comité de empresa de la compañía, según informaron fuentes cercanas a la dirección.
En ese momento las fuentes consideraron que «nadie entendía» la decisión de Cofides, dependiente del Ministerio de Economía, ni tampoco se explicaba «cómo a una empresa con trabajo» se la pueda «sentenciar así, «con dinero público», después de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián hubiera homologado el plan de reestructuración del astillero guipuzcoano.
Este plan buscaba sortear la situación de «insolvencia inminente» de la compañía a través de una serie de medidas entre las que figuraba la reestructuración de la deuda. Entre sus planteamientos figuraban la reducción de costes, la venta de barcos y el logro de nuevas contrataciones.
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