#30añosatulado es la iniciativa que la Federación Española de Padres de NIÑOS CON CÁNCER, junto con sus 21 Asociaciones miembro (como la gipuzkoana Aspanogi), impulsará durante todo el mes celebrar su 30º aniversario. Pretende concienciar a la sociedad sobre la problemática del cáncer infantil, y así visibilizar a los menores que padecen esta enfermedad, la primera causa de muerte en menores de 14 años en el estado.
En ese contexto, ha difundido Aspanogi, este septiembre «animamos a toda la población de Gipuzkoa a adornar, iluminar los balcones y/o ventanas de su casa de color dorado (el elegido para esta causa) haciendo uso de la creatividad, una actividad que puede ser realizada en familia. Este año los balcones están siendo los protagonistas, un lugar donde expresamos nuestras emociones, aplaudimos… y nos gustaría que en esta ocasión las muestras de solidaridad fueran dirigidas a todos los niños y niñas con cáncer». Este viernes 25 de septiembre «es el día más importante de la campaña, ¡y nos gustaría que Gipuzkoa ese día se vistiese de dorado!».
Por séptimo año, durante el mes instituciones y monumentos de todo el mundo se iluminarán y colgarán lazos dorados para visibilizar la problemática de esta enfermedad. El lazo dorado es el símbolo que representa a los pacientes de cáncer más jóvenes de todo el mundo: «El color dorado honra su valentía en la lucha contra el cáncer infantil y adolescente, representando la esperanza», señala el comunicado de NIÑOS CON CÁNCER.
Y en redes sociales
#30añosatulado se hará visible asimismo mediante un marco en redes sociales con una tarta de cumpleaños con el número 30 y nuestro logo. Según su comunicado, «queremos celebrar con todos que estamos orgullosos de haber colaborado en los avances y mejoras conseguidas en la atención y el cuidado de estos pacientes, y proyectar nuestro trabajo hacia los problemas y necesidades que se les plantearán».
Para celebrar el aniversario apoyando a la Federación «solo hay que hacerse una fotografía con el efecto en la cámara de Facebook que la organización ha creado para esta campaña, y subirla a las redes sociales bajo el hashtag #30añosatulado y #EnciendeLaEsperanza, y mencionando los perfiles de NIÑOS CON CÁNCER (Facebook y Twitter: @cancerinfantil; Instagram: @ninosconcancer). El objetivo de esta acción es brindar fuerza y apoyo a todos los menores que están pasando por esta difícil situación».
El lema central del año es ‘¡Contagia ilusión!’, con el que «queremos tener presente la situación actual que estamos viviendo en nuestro país» con la irrupción de la Covid-19, ya que «el cáncer y sus tratamientos pueden debilitar el sistema inmunológico».
Goteo constante
Cada tres minutos, recuerda la organización, «un niño es diagnosticado de cáncer en algún lugar del mundo. Se estima que unos 250.000 menores son diagnosticados con una de las 16 formas de cáncer infantil, que son diferentes de los cánceres de adultos. La ausencia de registros de cáncer infantil en la mayoría de países de todo el mundo ha llevado a los investigadores a la conclusión de que este número está muy subestimado y que un sinnúmero de otros menores con cáncer no se registran y ni se contabilizan».
En el estado español, el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad en niños y adolescentes de 1 a 14 años. La incidencia anual de casos nuevos en el estado Español se sitúa en 1.400, en Euskadi entre 100-150 y en Gipuzkoa 25-30. Las leucemias son el tipo de cáncer más habituales (30% del total) frente a los tumores del sistema nervioso central (19%) y les siguen los tumores germinales, de hígado, riñón, ojo y tumores óseos.
Varios tipos de cáncer infantil son ahora curables; «sin embargo, en los países en desarrollo, tan sólo 2 de cada 10 menores sobreviven como resultado de la falta de acceso a medicamentos y tratamientos esenciales. Aunque en los países desarrollados 8 de cada 10 menores habrá sobrevivido a su cáncer después de 5 años o más, las investigaciones demuestran que dos tercios experimentarán los efectos secundarios de su tratamiento, y una cuarta parte de los supervivientes tendrán que hacer frente a consecuencias que ponen en riesgo su salud y su vida debido a su tratamiento contra el cáncer infantil.
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