Un equipo de arqueología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi se encuentra trabajando durante estas dos primeras semanas de julio en Irulegi, Valle de Aranguren. El objetivo es conocer detalles de la vida cotidiana y del poblamiento de esta época prerromana apunta el director de la excavación Mattin Ayestaran. Previamente, y durante dos años, se han aplicado técnicas geofísicas, de cara a conocer las estructuras de las construcciones ocultas bajo tierra. Estas prospecciones y las catas arqueológicas realizadas in situ confirman la existencia de un poblado vascón de la Edad de Hierro colindante al Castillo de Irulegi.
Durante estas excavaciones se han documentado los restos de una estructura habitacional (casa) de la Edad del Hierro, paredes de piedra y adobe, vasijas de cerámica, molinos de piedra, o incluso restos de los animales que se consumían en la época (S. VIII – I a.C.). La planificación de la trama urbana muestra las distintas construcciones del poblado. Esto junto a la excelente conservación de los restos hallados en el interior, abren la posibilidad de investigar a fondo las sociedades que habitaban este tipo de hábitats concentrados y fortificados.
Restos humanos
Un descubrimiento que ha llamado la atención de los directores del equipo de arqueología ha sido la aparición de los restos de un individuo perinatal (un niño o niña que falleció poco antes de nacer, alrededor de 36 semanas de gestación). Fue enterrado en el suelo del interior de una casa, ya que según sus creencias se trataría de un lugar de protección, un lugar sagrado y a la vez privado, ya que no había alcanzado la edad de ser incinerado en una necrópolis como solían hacer con los demás miembros de la comunidad. Los restos óseos de este singular
enterramiento están siendo analizados por Francisco Etxeberria y Lourdes Herrasti, investigadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Además se han realizado catas arqueológicas en las murallas, documentadas como murallas de 6 metros de anchura. Con toda esta información, el equipo de arqueología de Aranzadi estima que este poblado fortificado (incluyendo: núcleo urbano, recintos de función ganadera/agraria, murallas, etc.) podría tener una extensión máxima cercana a las 10 hectáreas y que podría estar fuertemente protegido por defensas artificiales de considerables dimensiones.
Yacimiento prerromano
Otra de las piezas clave para entender, tanto los procesos conflictivos, como la inestabilidad que trajo consigo la llegada de la romanización, ha sido la posible evidencia de una destrucción intencionada de una parte del poblado, ya que se han encontrado restos de fuego posiblemente intencionado en el interior del edificio habitacional.
Todo ello pone de manifiesto que Irulegi es un yacimiento que engloba amplias fases cronológicas y por ello será referencial para conocer la evolución histórica de la cuenca de Pamplona. Asimismo se han recogido muestras para laboratorio que permitirán el conocimiento del medio ambiente cercano a este poblado de hace 2700 años, los cambios en dicho entorno y la huella que dejaron sus habitantes.
En palabras del director de la excavación “la extensión y desarrollo urbano de Irulegi es importante de cara a entender los patrones de asentamiento de la Navarra de las cuencas prepirenaicas, aparente nexo entre el Valle del Ebro y la zona de Montaña”.
El Ayuntamiento del Valle de Aranguren con la colaboración del Gobierno de Navarra ha promovido todas las actuaciones arqueológicas en esta zona desde el año 2007. Durante estos años se ha excavado y musealizado el Castillo de Irulegi (siglos XI-XV d.C.), de época medieval. En esta ocasión este ayuntamiento promueve los trabajos arqueológicos de este yacimiento de la prehistoria reciente.
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