(EFE/Redacción). El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha ensalzado este miércoles la «colaboración» de la Sociedad de Ciencias Aranzadi «con las políticas públicas de recuperación de la memoria histórica y democrática» de nuestro país, al cumplirse el 75 aniversario de esta entidad científica.
«Muy especialmente -ha detallado-, en el ámbito de la exhumación de restos de personas desaparecidas o en la elaboración de la base de datos sobre personas que murieron a causa de la guerra y que ya cuenta con 21.000 registros a disposición de la ciudadanía».
Urkullu ha hecho esta reflexión en San Sebastián, durante un acto organizado con motivo de la celebración del citado aniversario de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde ha estado acompañado por los consejeros del Gobierno Vasco Bingen Zupiria, Arantxa Tapia y Beatriz Artolazabal, y en el que también han intervenido el presidente de Aranzadi, Jokin Otamendi, y su vicepresidenta, Lourdes Herrasti.
Durante su alocución, el máximo mandatario vasco ha explicado que Aranzadi constituye «el corazón de un ecosistema científico de investigación y divulgación» que forma parte del ADN de Euskadi.
«Investigar, conocer, sensibilizar, valorar, proteger, promover… Esto es Aranzadi: ciencia en red; profesionalidad y rigor; investigación, difusión y formación. En una frase: compromiso con la búsqueda y divulgación de la verdad científica», ha resumido Urkullu, quien, además de agradecer la «aportación» de esta sociedad de ciencias, ha querido reconocer su «modelo de trabajo», basado en «el espíritu de colaboración desde la iniciativa social».
«Estos 75 años -ha descrito- han sido un compromiso permanente con la preservación y divulgación de nuestro patrimonio, naturaleza y memoria histórica«.
«Aranzadi celebra este aniversario mirando al pasado y construyendo futuro», ha remarcado el lehendakari, quien se ha retrotraído también al nacimiento, hace 75 años, de esta e
ntidad «fruto de la iniciativa de un grupo de personas pioneras».
«Nos situamos en 1947. Años duros de posguerra. Dictadura, régimen autoritario, crisis económica y social, y falta de libertades. Años duros y grises», ha explicado, al tiempo que ha recordado cómo en ese «difícil» Aranzadi vio «la luz de la apuesta por la «ciencia».
«La apuesta por este país. Nacer en aquellos años imprimió vuestro carácter», ha agregado Urkullu, para quien «estos 75 años son sinónimo de plenitud, vitalidad y energía».
Momentos antes, le ha precedido en el uso de la palabra Jokin Otamendi, quien ha hecho una breve glosa sobre el aniversario de esta sociedad, tras lo que la vicepresidenta de la entidad, Lourdes Herrasti, ha recordado que Aranzadi es «esencialmente» una institución buscadora y divulgadora «de la verdad científica».
«Una verdad que nos da certezas sobre nuestra historia y nos ayuda a afrontar el futuro con recursos científicos y preparados para preservar la biodiversidad de nuestro territorio, nuestra cultura y nuestro patrimonio», ha señalado.
«Por eso -ha añadido-, insistimos en nuestro mensaje: no hay futuro sin ciencia, ni pasado sin memoria», ha remarcado, al tiempo que ha reclamado «el apoyo de las instituciones y el mecenazgo de la iniciativa privada» para continuar su labor investigadora y renovar su sede, donde ya existe un proyecto en «embrión» para la creación de una Casa de las Ciencias abierta a la ciudadanía.
Anillamiento de aves
La Sociedad de Ciencias Aranzadi es un organismo de reconocido prestigio internacional que, entre sus múltiples campos de investigación, trabaja en la exhumación de miles de cuerpos en fosas de la Guerra Civil y el franquismo en distintos puntos de España.
Además, en su rama orientada a la investigación de la naturaleza, gestiona anualmente el anillamiento de 200.000 aves, mientras que en el ámbito arqueológico ha recuperado vestigios prehistóricos con más de 150.000 años de antigüedad como las cuevas de Altxerri y Ekain, entre otras actividades, en las que trabajan 150 investigadores con el respaldo de 2.000 socios.
Durante el acto el lehendakari ha recibido de manos de Otamendi una reproducción del monumento al Aita Donostia, un encargo que la sociedad de ciencias hizo al escultor Jorge Oteiza en 1959 y cuyo original se encuentra ubicado en Lesaka (Navarra).
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