(EFE).- La violinista Anne-Sophie Mutter ofrecerá, junto al pianista Lambert Orkis, un viaje «de la oscuridad a la luz» a través de la música de Mozart, Beethoven y Franck en su debut de este jueves en la Quincena Musical de San Sebastián. Ambos han presentado su concierto en una rueda de prensa en la que también ha participado el director de la Quincena, Patrick Alfaya, quien ha catalogado a la solista como «una de las más grandes que ha habido nunca».
Mutter, que ha enfatizado lo «entusiasmada» que está por volver a San Sebastián, comenzó a actuar en 1988 con Orkis, con quien interpretará en el Auditorio Kursaal tres sonatas para mandar un mensaje de «esperanza» tras una pandemia que «ha supuesto un alto» en la vida de los músicos y en el arte.
La primera de ellas es la «Sonata para violín en mí menor K304» de Mozart, una obra escrita tras la muerte de la madre del austríaco y que, a diferencia del resto, «contiene una música melancólica y llena de un profundo sentimiento de ausencia».
Después, será el turno de la «Sonata para violín nº5, Primavera» de Beethoven, finalizada en 1801 y que destaca por su «evocación de la naturaleza» con un sentimiento entre «la alegría y la melancolía».
La velada llegará a su fin con, a juicio de Orkis, «uno de los grandes tesoros» como la «Sonata para violín» de Cesar Franck, una pieza que «celebra la vida» y en la que el violín y el piano tienen la misma presencia e importancia sobre el escenario.
Con apenas cinco años Mutter comenzó sus lecciones de violín y supo que «no quería hacer nada más en la vida». A los seis ya ganó su primera competición, y con 14 años el director austríaco Herbert von Karajan, una de sus «grandes influencias», la presentó como «el mayor prodigio musical desde el joven Menuhin».
Desde entonces, ha actuado en los principales centros musicales de Europa, Estados Unidos y Asia, donde, según Alfaya, «lo ha debido tocar todo» debido a un «extenso» repertorio que incluye a Penderecki, Dutilleux y John Williams, entre otros.
La artista ha afirmado que el haber agotado las entradas «es un magnífico regalo por parte de la audiencia porque muestra su dedicación a la música y el interés de pasar la tarde» con ellos.
Asimismo ha reconocido que el público donostiarra le dejó «una gran impresión» cuando actuó en 2019 por ser «silencioso, respetuoso y apasionado».
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