La asociación conservacionista Áncora se ha mostrado hoy muy crítica con el futuro Consejo Asesor de Patrimonio, cuyo reglamento se aprobó el pasado martes, y por cuyo medio un grupo de especialistas asesorará al Ayuntamiento en esta materia. Además ha manifestado su inquietud de que próximamente se estrene este organismo «para obtener la desprotección de villas históricas como Urdintxo, Alorenea o Gure Baitha como paso previo a su derribo. Las noticias que llegan en este sentido resultan alarmantes».
Para Áncora, el futuro Consejo Asesor del Patrimonio pretende «acallar las protestas cada vez más numerosas frente a los continuos derribos y responde a un modelo de gobernanza escasamente democrático». Y recuerda que el patrimonio histórico-arquitectónico de San Sebastián pertenece a todos los donostiarras.
Recuerda Áncora que, si bien los Consejos Asesores se crean precisamente con el propósito de articular la participación ciudadana, el Ayuntamiento «traiciona este objetivo» al limitar su composición a «una élite de expertos», a quienes confía en exclusiva la capacidad de emitir juicios de valor. «Desde Áncora se reclama en cambio una representación mucho más amplia y diversa, en la que tengan cabida entidades culturales, asociaciones de vecinos e incluso simples particulares interesados, igual que en el resto de Consejos Sectoriales que ya existen en la ciudad (Euskera, Movilidad, Memoria Histórica, Medio Ambiente, etc)»
Cabe recordar que el futuro Consejo de Patrimonio estará presidido por la edil Nekane Arzallus e integrado por 9 miembros. Y desgrana Áncora: «7 estarán situados bajo la órbita del gobierno municipal (3 técnicos del Ayuntamiento y 4 expertos designados por la propia Concejala de Urbanismo). Mientras a las asociaciones de defensa de patrimonio sólo se les concede una participación testimonial, pues dispondrían de un único representante, según el reglamento que acaba de aprobarse».
Y reitera Áncora que este organismo «parece pensado para blanquear las decisiones del gobierno local, en vez de canalizar las inquietudes ciudadanas».
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