«En esta última década la voracidad inmobiliaria se ha disparado: San Sebastián corre el riesgo de convertirse en un decorado turístico promocionado por grandes inversores, donde fachadismo y pastiches están a la orden del día», advierte Áncora, la asociación conservacionista. Y añade: «las tres cuartas partes de los inmuebles catalogados poseen sólo una protección de imagen, lo que permite su destrucción o vaciado para implantar hoteles y viviendas de lujo, desplazando a la población local».
Áncora ha recordado por medio de un comunicado que cumple diez años: «En 2013 un grupo de donostiarras integrado en su mayor parte por historiadores del arte decidió crear la asociación Áncora con la misión de evitar el anunciado derribo del cine Bellas Artes. Con su movilización consiguieron que el Gobierno Vasco lo declarase Bien Cultural, coincidiendo con el centenario de su construcción».
En el comunicado recuerdan también que esa protección legal sería posteriormente anulada en lo que la asociación considera «un episodio insólito que desembocó en la primera Alerta Internacional de Patrimonio en España, emitida por el organismo asesor de la UNESCO».
En todo caso Áncora se pone una medalla: la de haber logrado que la cuestión del patrimonio se haya convertido en un tema de actualidad permanente, formando parte de la agenda política local.
Entre los hitos de estos años Áncora rememora cuando en 2017 concibió ‘La ciudad que perdimos’, «muestra sobre la arquitectura destruida en San Sebastián que propiciaba una aproximación emocional hacia el patrimonio urbano, sintonizando con un público intergeneracional». La colaboración con la Bienal Mugak ha continuado con otra exposición sobre la Parte Vieja y el Puerto, producida para celebrar su declaración como Conjunto Monumental.
En 2019 Áncora fue premiada con la Medalla al Mérito Ciudadano de Donostia en reconocimiento a su labor.
El Departamento de Urbanismo le encargó un inventario de Villas Históricas que ha servido de base para proteger 125 edificios. La asociación también es autora del estudio histórico-artístico que guió la restauración del Puente de María Cristina, ha promovido el salvamento de vidrieras en la derribada Villa Elvira y la recuperación de los planos de la antigua Casa Consistorial para el Archivo Municipal. Y a lo largo de estos diez años ha redactado un sinfín de alegaciones, reclamando la mejora y ampliación de los catálogos incluso en otros municipios como Bilbao, Markina-Xemein, Tolosa y Zarautz.
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