Tras el reciente cierre del establecimiento centenario de ropa infantil La Esperanza, en la calle Loiola, la asociación Áncora pide la implicación del Gobierno municipal para que el local se mantenga como parte del paisaje comercial donostiarra. Y pide «el mismo compromiso que permitió salvar Boulevard 15 o Muebles Eceiza. Mantengamos las fachadas de nuestros locales históricos, deteniendo las recreaciones con aplacados de arenisca y otros remakes impostados».
Recuerda Áncora que esta tienda fue fundada en 1910 por Micaela San Juan y ha sido atendida por cuatro generaciones de la misma familia. En el año 1913 el arquitecto Augusto Aguirre diseñó su actual configuración tripartita, compuesta por un acceso central en retranqueo y dos escaparates laterales. En 1928 se ennobleció el bajo del inmueble incorporando un revestimiento de mármol negro, siendo una actuación unitaria que afecta también al portal contiguo.
Apunta Áncora que el clásico comercio acaba de ocultarse a la vista de los transeúntes tras un vallado. Por el momento no se tiene ningún detalle sobre el proyecto de reforma. Teme Áncora que al no estar incluido en el PEPPUC el establecimiento sea destruido, «siendo uno de los pocos locales históricos que quedan en San Sebastián». Con una imagen inalterada desde hace un siglo, La Esperanza ocupa una posición central, en la principal arteria comercial de la ciudad.
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