La defensa de Luis Serrano, fundamentada en una posible autolesión de su hijo Julen, no ha surgido ningún efecto en el jurado, que hoy pasadas las 15.30 horas hacía público en la Audiencia Provincial su veredicto y acusaba por unanimidad al padre del asesinato del adolescente de 13 años en 2011 en una vivienda de Ondarreta. Más ha convencido al jurado la explicación de la acusación particular y de la fiscalía, que veían en la muerte de Julen la venganza de su padre contra su madre, que había iniciado un proceso de separación. Tras conocerse la sentencia y ante el riesgo de fuga se ha decretado la entrada en prisión de Luis Serrano.
El fiscal ha reiterado la petición de 18 años de cárcel para Serrano, la acusación particular pide 20, más las indemnizaciones correspondientes.
Sin duda ha sido el juicio más mediático del territorio gipuzkoano estos últimos años y la familia del niño asesinado ha acogido la sentencia con gran emoción.
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