Amigas de una víctima la notaron «ida» cuando volvió con ellas junto a su presunto violador

(EFE). Cuando regresó de estar con el hombre acusado de violarla, ella estaba «presente» pero «no era ella», estaba «conmovida» y «como ida», han explicado este lunes las amigas de una joven que reclama ahora diez años de cárcel para este individuo acusado de agredirla sexualmente el 28 de agosto de 2018.

La Fiscalía de Gipuzkoa pide nueve años de prisión para este hombre, que esta siendo juzgado entre hoy y mañana en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa.

Según las acusaciones los hechos ocurrieron a partir de la media noche de aquella jornada, en la que se celebraba el «Día del txiki», cuando la víctima se encontraba en un bar de la localidad con unas amigas, donde el procesado la invitó a tomar un chupito, tras lo que el hombre presuntamente «insistió una y otra vez» para que la perjudicada «bebiese de su copa» hasta que ésta accedió, según la versión de las acusaciones.

Al poco tiempo, la chica «se sintió mareada» y salió al exterior para vomitar, acompañada por el procesado, aunque al no lograrlo ambos comenzaron a besarse y se dirigieron a un portal cercano, donde los dos empezaron a masturbarse.

Negativa expresa de la victima

En este contexto, el inculpado habría empezado a «insistir» en que quería penetrarla y, a pesar de la negativa expresa de la chica, presuntamente la violó, aunque la joven le pidió «hasta en seis ocasiones que parara» y le decía: «por favor, yo no quiero eso».

En un momento dado, la víctima «perdió la conciencia de la realidad» y la recobró nuevamente cuando notó «la luz del flash del teléfono» del imputado, al que preguntó si la estaba grabando, según las acusaciones.

Seguidamente, con la joven en «estado de semiinconsciencia y prácticamente de carencia de voluntad», ambos se alejaron caminando hasta un lugar «más tranquilo» donde presuntamente el hombre volvió a violarla, a pesar de la «negativa expresa» de la víctima, quien ha testificado este lunes en el juicio a puerta cerrada, por lo que su versión no se ha hecho pública, si bien al termino de su declaración ha abandonado la sala muy impactada y entre sollozos.

En otro momento del juicio han comparecido varias de sus amigas que ha explicado que cuando, sobre las 4.00 horas, la víctima volvió junto a su cuadrilla estaba «como si no enfocara». «Nunca la había visto en ese estado», ha explicado una de estas allegadas

Estaba en «shock»

Otra de las chicas ha detallado que, al día siguiente acompañó a la perjudicada a una farmacia para comprar una pastilla del día después porque estaba en «shock», «no contestaba a las preguntas», «no decía nada» porque «no recordaba» lo sucedido, sólo tenía algunos «flashes» y no sabía «si había habido penetración».

Unos días después, dos amigas se reunieron con la víctima, quien les confesó que había sido «forzada» contra un banco aunque no se acordaba bien porque «era un manojo de nervios», estaba como «ida» y era «un mar de lágrimas».

Por este motivo, una de las amigas tomó el móvil de la damnificada y escribió un mensaje al acusado para «sacarle información» preguntándole qué había sucedido, a lo que el acusado respondió diciendo que estuviera «tranquila» porque habían estado besándose pero no había habido «penetración».

Las amigas han declarado también que, al día siguiente de los hechos, vieron que su allegada tenía hematomas y la espalda «llena de moratones» y que ella pensaba que podía haber tomado algo «con alguna sustancia» durante aquella noche porque a partir de cierto momento sólo recordaba «flashes».

El acusado

Por su parte, el hombre acusado ha negado haber penetrado a la víctima en contra de su voluntad, aunque ha admitido que ambos se masturbaron mutuamente de forma voluntaria en un parque tras abandonar el bar, si bien ha rechazado haberla grabado o fotografiado con su móvil que se había quedado sin batería.