«Tenemos un reto con la paralización del proyecto actual de San Bartolomé, pero no queremos que se nos imponga otro, queremos ser escuchados y que se atiendan las demandas y necesidades existentes en el barrio». Así se ha expresado esta mañana Harkaitz Aranburu, el portavoz de la asociación vecinal de Amara Viejo Amara Bai, que considera que planeamientos como el de la playa de vías del Topo deben hacerse contando con el barrio.
«Para el vecindario de Amara la paralización del proyecto de San Bartolomé es una buena noticia, aunque llega tarde. El vecindario debe estar presente en la resolución definitiva», ha dicho Aranburu, añadiendo que «el Ayuntamiento de Donostia debe resarcir al barrio y dar respuesta a sus muchas necesidades». Y se ha referido a equipamientos de cultura, deporte y accesibilidad de espacios públicos como puede ser el Cerro desde la cuesta de Aldapeta.
Precisamente el alcalde Eneko Goia ha dicho hoy que todavía no hay nada en firme sobre el futuro de San Bartolomé. «Tenemos que tomarnos un tiempo», ha añadido.
En su comparecencia ante la prensa Amara Bai se ha remontado a 1990, cuando los «rumores» apuntaban a que se iba a «arrasar» el Cerro, «incluyendo el derribo del Convento, el muro y la Casa de Baños para construir en el solar resultante dos manzanas de casas. A la vista de esa barbaridad en la ciudad se creó la Plataforma en defensa del Cerro de San Bartolomé«.
Aranburu ha recordado que «importantes personalidades del mundo de la cultura como Eduardo Chillida o Rafa Ruiz Balerdi firmaron un manifiesto y se posicionaron en contra del derribo y presentaron en 1999 un Contencioso al Tribunal de justicia del País Vasco que ganaron, dejando sin efecto esa primera pretensión».
«Aunque se pretende aparentar que todo empezó en 2008 no es cierto y el vecindario de Amara bien lo sabe», ha explicado Aranburu. Más información, aquí.
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