(EFE). Trabajadoras de las residencias que participaban en una manifestación convocada por ELA y LAB en San Sebastián han intentado entrar esta mañana por la fuerza al Palacio Foral, donde se han vivido algunos momentos de tensión con el personal de seguridad del edificio que les ha impedido el acceso.
La Diputación de Gipuzkoa ha condenado «la violencia empleada contra algunos trabajadores de la institución foral, que han sufrido empujones y han sido golpeados» por algunos manifestantes.
La protesta, en la que han participado unas 150 personas, había sido convocada a las 11 horas por ELA y LAB en la Plaza de Gipuzkoa con motivo de la jornada de huelga organizada este viernes por ambos sindicatos en las residencias de Gipuzkoa.
Los manifestantes han intentado entrar por la fuerza al Palacio Foral para pedir una reunión con la diputada foral Maite Peña, aunque mikeletes de la Ertzaintza que se encargan de la seguridad del edificio les han impedido el paso.
Esta situación ha generado momentos de tensión hasta que los trabajadores forales han logrado cerrar las puertas de acceso al edificio.
La Diputación ha rechazado «la violencia empleada» por los manifestantes que, según ha denunciado, ha obligado a «cerrar las puertas de la entrada principal, impidiendo durante más de media hora la libre salida y entrada de los trabajadores, así como de la ciudadanía que quería acceder a la Diputación».
La portavoz foral, Eider Mendoza, desde «el respeto escrupuloso» al derecho a la protesta pacífica, a la huelga y las reivindicaciones laborales, se ha reafirmado en la convicción de que la «violencia nunca es el camino» y dificulta «siempre» el diálogo.
Por todo ello, Mendoza ha rechazado «rotundamente» este tipo de acciones, ya que «nos retrotraen al pasado», al tiempo que ha pedido «un mínimo de respeto» hacia los trabajadores que estaban intentando desempeñar su función diaria con normalidad.
Tras los momentos iniciales de tensión, finalmente se ha permitido acceder al Palacio Foral a cuatro representantes de ambos sindicatos, que han pedido una reunión con la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña.
Los representantes sindicales han explicado a los periodistas que en el interior del edificio les han comunicado que el mismo lunes responderán a su petición, aunque no les han confirmado en ningún caso que habrá reunión.
Janire Díez, de ELA, ha considerado que lo ocurrido es una «vergüenza» y ha criticado duramente que unas trabajadoras que han «sufrido» tanto como las de las residencias vean cómo se les «cierran las puertas» de una institución pública.
«La Diputación, que lo único que hace es propaganda sobre el sector de las residencias, nos ha dado con la puerta en las narices», ha denunciado Leire Ormazabal, de LAB, quien ha advertido de que seguirán «peleando» en defensa de un «convenio digno y de unos ratios adecuados» en los centros de mayores del territorio.
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