Tiene este último fin de semana de septiembre ese aire tristón inequívoco de la despedida del verano. Con el final del Zinemaldi, de las colas ante los cines y las esperas a los famosos se avecina el otoño real, ese que todavía no ha hecho presencia y teníamos olvidado. No pasa nada. Quedan horas de Festival y el fin de semana, que además se avecina con buen tiempo y será playero, llega con con más citas. ¡Que no todo va a ser cine! Aunque… ¿por qué no?
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