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Entrevista

Acogimiento familiar en Gipuzkoa: «Los abrazos, cuando llegan, muestran que estás haciendo algo bien»

Pedro Pérez está al frente de la asociación Beroa y por su hogar han pasado nueve menores. Cuenta su experiencia ahora en que la Diputación ha lanzado la campaña 'Invisibles' para animar a nuevas familias a participar

La familia de Pedro Pérez en la sede de Beroa, en la calle Autonomía. El pequeño lleva desde 2015 con ellos. Foto: Santiago Farizano

Pedro Pérez está al frente de Beroa, la Asociación de Familias Acogedoras de Gipuzkoa. Pocos tienen su experiencia y veteranía en este recurso que se convierte en salvavidas cuando el niño debe abandonar temporalmente su propio hogar. Ahí es donde entra la familia de acogida, todas distintas pero todas con un denominador común: ese impulso por ayudar a salir a los chavales de un terreno de arenas movedizas. Por el  hogar de la familia de Pedro han pasado 9 niños y niñas. Y su experiencia es doblemente valiosa ahora en que  la Diputación gipuzkoana está a la búsqueda de 60 familias para mantener vivo este sistema.

¿Cómo decidió su familia convertirse en acogedora y cuándo fue?, ¿tenían hijos?
Creo recordar que alguna amiga de mi mujer le comento algo al respecto y después de informarnos y pensarlo decidimos probar. Hasta hoy. Podría hablar de mis niños y niñas, pero no acabaríamos. Desde que empezamos han sido nueve los que han pasado por casa. Actualmente tenemos un niño que está en casa desde 2015, ahora tiene siete años y cuando él llegó nuestras hijas tenían 9 y 6 años.

¿Cómo es la experiencia?, ¿qué destacaría?
Al principio es extraña, no sabes muy bien cómo actuar con el nuevo miembro de la familia, pero al final haces lo mismo que con tus hijas y todo va hacia delante. Con sus momentos (igual que con tus hijas), pero para adelante.
Primero es siempre la entrada en casa y esa cara de “y ahora que”… Después los abrazos (cuando llegan) muestran que estás haciendo algo bien.

¿Qué diría a las familias que se lo están pensando?
Pues que la experiencia merece la pena y que al igual que ocurre con nuestros hijos, que nos enseñan mucho, los  menores en acogimiento nos enseñan todavía mas. Algo tiene que dejar dentro sobrevivir a las situaciones de separación de la familia y convivir en otro hogar.

La campaña Invisibles de la Diputación nos recuerda a todos que hablamos de una realidad en Gipuzkoa. Actualmente más de 800 chicos y chicas se encuentran en situación de Acogimiento en Gipuzkoa y 412 viven en familias, pero 409 se encuentran en centros de acogida.

Imagino que como presidente de la asociación Beroa conocerá malas experiencias. ¿Es así?
Pues alguna hay, pero sinceramente son las menos. De vez en cuando hay un cese de acogimiento y es la parte mas dura de esta historia, pero sucede en pocas ocasiones que las cosas no van por donde todos queremos.

Como Familias Acogedoras tenemos un seguimiento por parte de un profesional que conoce las características del caso, y también contamos con la ayuda que brinda la Asociación Beroa.

¿Cree que con el tiempo irá a más la necesidad de familias de acogida?, ¿considera que este sistema tiene futuro?
Desde Beroa desearíamos desaparecer y que no hubiera menores en esta situación, pero sabemos que es difícil, que la necesidad de Familias Acogedoras no se va a acabar. El sistema tiene futuro adaptándose a las necesidades de cada momento. Igual que la sociedad se esta adaptando ahora a lo que nos ha tocado.

¿Qué diría a las familias que temen encariñarse demasiado con el niño y pasarlo mal cuando éste regrese a su entorno natural?
El acogimiento se hace por los menores, pensando en su bienestar, no en nuestra felicidad. Lo primero, que el fin ultimo del acogimiento es el retorno de los menores a su hogar. Y que mientras dure el acogimiento (que puede ser poco o mucho tiempo) sean lo mas felices que puedan y transmitan esa felicidad a sus hijos.

¿Se podría ayudar más desde las instituciones?, ¿qué echan en falta desde Beroa?
Siempre se puede hacer más: reestructurar programas, trabajar la profesionalidad, las competencias propias de cada entidad, etc… pero desde la asociación sabemos que no es una labor fácil. Por lo que nosotros gestionamos y avanzamos en la medida que observamos dificultades en nuestras familias asociadas. Debemos ser reflexivos y constructivos. La asociación mantiene una relación estrecha con la Diputación Foral de Gipuzkoa y doy las gracias desde aquí por su apoyo.

¿Cómo es la asociación de familias acogedoras?
Es un espacio donde las familias pueden informarse pero también compartir experiencias. Y es que la teoría la puede leer cualquier interesado, pero hablamos de la práctica y de todo lo que vive la Familia Acogedora. Durante el proceso se abren muchos frentes y surgen necesidades.

Además Beroa es miembro fundador de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF) y su actividad es amplia: celebramos la Jornada de Convivencia, el Encuentro de Familias Acogedoras de Gipuzkoa y formaciones anuales, colaboramos con el Departamento de Innovación Educativa y Berritzegunes, también en el Programa Irteerak! y gestionamos el Espacio de Convivencia de Etxegorria entre otros puntos. Creo que la voz de Beroa es importante.

 


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