El Aquarius deja de realizar operaciones de rescate de refugiados en el Mediterráneo. Hasta el momento el Aquarius ha prestado ayuda humanitaria a unas 30.000 personas durante los 34 meses que ha durado su misión. Sin embargo el barco que ha estado en muchas televisiones durante 2018 haciendo visible el drama de los inmigrantes en el Mar Mediterráneo dejará de realizar rescates. El motivo son los numerosos ataques que han tenido tanto el barco como la tripulación.
Una mala noticia para ACNUR que, en palabras de su portavoz Shabia Mantoo, apuesta por que «la capacidad de rescate debería reforzarse en lugar de disminuir». Por ello Mantoo «urge a los países a que ofrezcan soluciones predecibles para el desembarco de personas rescatadas en el Mediterráneo central».
Una campaña con el Aquarius
Pese a que desde la ONU se trabaja para que la asistencia a los migrantes no sea criminalizada, lo cierto es que el Aquarius lleva unos meses sufriendo unos ataques que ponen en peligro su tarea.
De hecho todo indica que hay una campaña política, judicial y administrativa que les perjudica. Un ensañamiento que se materializa en varias acciones. Por un lado el Aquarius lleva dos meses amarrado en el Puerto de Marsella sin poder realizar su labor. Además se le ha retirado primero la bandera de Gibraltar y luego la de Panamá. Enseñas bajo las que había podido navegar. Por último están las acusaciones de haberse dedicado a una actividad criminal.
Todo ello lleva al cese de su actividad. «Una reducción de las tareas de búsqueda y rescate por parte de organizaciones humanitarias que supone el aumento de la vulnerabilidad de los refugiados», según Shabia Mantoo.
Con todo, pese al anuncio del cese de actividades de Aquarius, ya se está trabajando para encontrar un nuevo barco y un nuevo pabellón. No en vano, tal y como afirma Mantoo, «salvar vidas debe ser la preocupación esencial. Todos los migrantes que enfrentan un riesgo para su vida y seguridad deben ser rescatados».
Sin embargo ya son más de 2.100 personas las que han muerto en el Mediterráneo en lo que va de año. De ellos más de 1.300 han perecido en el Mediterráneo central. Es decir, refugiados que habían partido de Libia. Y, por si fuera poco, los derechos humanos de estas personas son pisoteados ya que se ha permitido que los guardacostas libios hayan interceptado en el mar a más de 14.000 personas. Todas ellas han sido devueltas a la fuerza a Libia.
En respuesta y para hacer frente a esta situación, desde la UE se acaban de acordar las siguientes propuestas. Por un lado habilitar una normativa para asegurar una mayor convergencia en el reconocimiento de la condición de refugiados que garantice, además, que los demandantes de asilo reciban unas condiciones similares en toda la UE.
También propone la UE unas normas que refuercen la agencia de asilo y que refuercen la base de datos Eurodac para gestionar la inmigración irregular. También aboga la UE por un marco europeo para el reasentamiento de refugiados.
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