Parece sorprendida la escultura de Vicente Zaragüeta, en el Puerto, junto al Aquarium que fue su casa, cuando observa el muelle silencioso de Donostia este lunes a mediodía. Estos días deberían estar llegando los primeros visitantes de la Semana Santa y sin embargo prácticamente nadie ha mirado si hará bueno o malo. ¿Qué más da?, los planes no cambiarán mucho. El Puerto donostiarra estará vacío y Zaragüeta lo seguirá mirando en solitario. Ya llegarán tiempos me
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